No, no hemos viajado al futuro pero, con los aires de cambio que están llegando desde los países y las empresas más innovadoras, podemos adelantaros lo que caracterizará a las empresas de un futuro cada vez más cercano. Empresas que superarán su temor a lo desconocido y apostarán por la gestión del cambio, acorde a la nueva cultura laboral que se está formando. Porque no hace falta ser una gran empresa para sumarse al cambio y, sin duda, las que sepan adaptarse sobrevivirán sin dificultad.

¿Cuáles son las claves del futuro en las oficinas?

1. Las personas en el centro: Ya no hablamos de empleados, sino de personas; personas con necesidades personales y profesionales. El empleado deja de ser una herramienta de explotación, es el motor que pone en marcha la compañía. Es fundamental cuidar el talento y motivarles con incentivos más allá de los económicos. Porque integrándolos y valorándolos como se merecen, afecta a su felicidad, les hace más productivos y favorece a la rentabilidad de las empresas.

2. Jerarquía plana y horizontal: Se difuminan las barreras jerárquicas, el empleado y el CEO tienen una relación más cercana y humana. Aunque en muchas compañías se sigue necesitando una persona que tome las riendas y se encargue de las funciones más organizativas, dejamos de hablar de jerarquías rígidas. La estricta figura del jefe deja de existir y es que, ya hay empresas que funcionan sin ellos.

3. Liderazgo natural: Aparecen unos líderes más naturales, transparentes y honestos. Que cooperan y promueven el trabajo en equipo, motivan, escuchan y mantienen al tanto de todos los proyectos a sus empleados.

4. Flexibilidad horaria: El fin del horario estricto. La bienvenida a los horarios intensivos y flexibles que permiten la conciliación. Las personas podrán trabajar desde casa o en la oficina, autogestionarse su propio tiempo y cumplir sus objetivos. El truco está en darle más poder a los empleados, que responderán con mayor compromiso y responsabilidad.

5. Confianza 360º: Empleados con una mayor autonomía, dejarles hacer y que trabajen de modo fluido. Apostando por ellos se consigue cuidar el talento, atraer nuevo y aumentar su compromiso y engagement con la empresa. Una confianza mutua que aporta más beneficios a la empresa.

6. Equipo: La estructura departamental estricta no existe y la empresa en su conjunto trabaja unida en la consecución de sus objetivos. En proyectos concretos se forman equipos de trabajo más pequeños para agilizar los procesos, pero, todas las personas de la empresa sabe en todo momento qué está ocurriendo. Hay un mayor sentimiento de pertinencia y compromiso en la oficina. 

7. Nueva gestión 3.0: Se diseñan programas de RRHH más innovadores, se abandona la visión multitasking, y se apuesta por la simplificación del trabajo. La nueva cultura laboral va cogiendo forma y los empleados reciben incentivos más allá del sueldo. Se utilizan las nuevas herramientas e Internet es el canal protagonista.

8. Digitalización: Integración de softwares de RRHH, como Sesame, control de tiempo y gestión de proyectos. Se ahorra en tiempo y permite que los propios empleados conozcan el tiempo que dedican a cada proyecto y gestionarse su propia jornada laboral en la misma oficina o desde casa.

9. Desconexión: Y qué mejor que desconectar en equipo. Actividades de indoor y outdoor training, que potencian el sentimiento de pertinencia y compromiso de los empleados. Permite conocer de una manera más directa a las personas de la compañía, establecer lazos y fomentar el engagement en la empresa.

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