Los excesos nunca han sido buenos, y si a esto le sumas la palabra «control», apaga y vámonos, nunca mejor dicho. Veamos como controlar, dirigir y dosificar nuestro poder de controlar.
Cuando el control te controla
De las películas hemos aprendido que cuando el control se sube a la cabeza, las cosas no acaban bien… o te da por conquistar el mundo y destruir todo lo que se interponga en tu camino o acabas solo y deambulando con tu codicia.
Este comportamiento dominante, responde a perfiles de personas muy exigentes, consigo mismas y con lo que les rodea. Tienden a pensar que si no tienen todo bajo control, su vida se puede desmoronar. El control puede ayudar a planificar y minimizar riesgos, pero el exceso de control y la obsesión, provoca desequilibrios e inestabilidad.
Los excesos de control provocan ausencia de delegación, y a su vez llena nuestras vidas de exigencias y de restricciones. Las personas muy controladoras deben empezar reconociendo y asumiendo, que la vida está llena de imprevistos y cosas que no pueden dominar. Cada día somos testigos de situaciones diarias que no controlamos y que no dependen de nosotros, y esto se debe normalizar.
El control es una gran responsabilidad, si quieres tomar el control, aprende a dominarlo.
¿Cómo controlar el control?
Ahora vamos a ver 5 pautas para aprender a controlar:
- Escucha activa y empática. Aprender a escuchar y empatizar es indispensable para poder aprender a controlar las situaciones. Hay que entender nuestro entorno.
- Autoexaminarse. Reconocer nuestros fallos y admitir que no siempre tenemos la razón.
- Informarse y comunicar. Nutrirse de información para luego gestionarlas, y además transmitirla.
- Saber decir «Stop». Mejor una retirada a tiempo que una batalla perdida. Aprende cuales son tus limites.
- Delegar. Es una de las cosas más importantes para aprender a controlar, entender que hay más personas que nos pueden ayudar, y que no podemos limitarnos a nosotros mismos.
¿La nueva Ley de registro Horario es una implica exceso de control?
Esto dependerá de como se acuerde su gestión y de qué herramienta usemos. Con Sesame, el control depende de ti. Gestiona tus equipos de forma flexible y ajustada a tus necesidades. Las nuevas limitaciones sirven para aprender a adaptarse, y afrontar las situaciones.
A modo de conclusión, está claro que el control puede apoderarse de nosotros. Es necesario ser consciente de esto para cambiarlo. Utiliza las herramientas que eviten los excesos de control y nunca dejes de aprender.