Jornadas partidas, rotación de turnos, horarios extensos, las clases de los niños… un sinfín de horas ocupadas a lo largo del día que preocupa a padres y también a expertos. La conciliación se percibe como un problema persistente en nuestra sociedad. Si bien es cierto que cada vez más las organizaciones toman medidas, los horarios laborales de los adultos siguen afectando a los niños.
¿Cómo afecta el horario laboral de los adultos a los niños?
Existe un desajuste entre los horarios laborales y los horarios de los niños. En muchos casos el horario laboral de los padres coincide con las horas libres de sus hijos, por lo que se reduce la cantidad de tiempo que pueden estar juntos. Este problema se agrava con la jornada partida, en España tan solo el 45% del total de las jornadas se corresponde a un horario partido.
Los bebés sufren desafección a causa de los horarios laborales de los padres. Durante su educación estos niños no tienen apoyo en la enseñanza sentimental. Para lograr un apto desarrollo cognitivo, emocional y social los niños necesitan estar en contacto con sus padres.
¿Quién puede proponer medidas de conciliación?
Las empresas. Las entidades toman cada vez más medidas para garantizar la conciliación familiar, una de las principales actuaciones es la flexibilidad horaria. Contar con un sistema de gestión de horarios proporciona numerosos beneficios tanto para el empleado como para la empresa.
Muchas entidades todavía no saben que existen diferentes medidas de conciliación a bajo coste. Tan sencillas como evitar desplazamientos innecesarios, no poner reuniones a partir de las 4pm, gestionar proyectos o jornadas intensivas en verano. Estas pequeñas acciones ayudan a gestionar el tiempo que se dedica dentro del trabajo para destinarlo a la familia.
Además de las horas remuneradas, los padres deben desplazarse hasta el lugar de trabajo, lo cual provoca que muchos niños tengan que acudir antes al colegio. Una solución a este problema es implantar la opción del teletrabajo.
El papel de los medios en la conciliación. Una de las grandes diferencias respecto a otros países europeos es el horario de las comidas. Muchos países se levantan antes y así pueden compartir el desayuno y las cenas en familia. Desde hace tiempo se pide que lo medios de comunicación sirvan como puente para promover el cambio horario y equipararlo con el de Europa.
La implicación de las familias. Debemos retomar la importancia de las cenas, disfrutar de este momento del día para que sea un punto de encuentro familiar. Los niños acceden a las tecnologías cada vez más temprano por lo que debemos convertir las cenas en un hábito diario para compartir y comunicarse en vez de estar con la televisión o los móviles.
Poco a poco la conciliación laboral se convierte en un tema importante para las empresas ¡todos podemos ayudar!