Los Bancos de Tiempo son un sistema de intercambio de servicios entre individuos, como una cadena de favores en el que se ahorra tiempo y, por supuesto, dinero, ya que está basado en los valores de solidaridad y voluntariado. En ocasiones se realiza entre comunidades, barrios, calles, organizaciones… pero actualmente se está promoviendo en las empresas, para, a la vez que se intercambian servicios entre compañeros, fomenten el employer branding.

De este modo se logra conciliar de una mejor manera el trabajo con la vida privada.

Se ofrecen servicios entre compañeros según su disponibilidad y capacidades, a cambio de otras prestaciones similares.

Los servicios se pueden dividir entre gestiones administrativas, familiares (recoger a los niños del colegio, realizar las tareas del colegio…), hacer la compra, realizar labores de bricolaje, cuidar a las plantas, pasear al perro…

La filosofía básica de esta práctica es ayudar al otro en un momento determinado.

Los beneficios psicológicos que recibe quien lo practica son:

En cuanto a las empresas que incluyen este sistema de voluntariado, mejoran el clima laboral. Los empleados se sienten más identificados con el proyecto y los objetivos de la empresa, y mejoran los valores de flexibilidad y productividad de la misma. El objetivo es la cooperación entre compañeros, pero también, de este modo, se les realiza un descanso en sus agendas, les permite disponer de mayor tiempo libre para dedicar al ocio o a descansar y mejoran así sus experiencias laborales. Un empleado satisfecho siempre producirá más y mejor, y sobre todo, no le costará un sacrificio acudir al trabajo cada día.

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