La felicidad es algo fundamental en cualquier ámbito de nuestra vida. Cada vez más, se tiene en cuenta en el terreno laboral, pues un trabajador feliz es una empresa feliz y, a su vez, es una plantilla más motivada y productiva. Muchas veces la felicidad en el trabajo está ligada al éxito de la compañía y aquí os contamos qué es la regla 8-8-8, también conocida como fórmula de la felicidad.
¿Qué es la regla 8-8-8?
La regla 8-8-8 o fórmula de la felicidad, es la norma por la que nos distribuimos el horario de trabajo, sueño y ocio, dejando 8 horas para cada una de estas prácticas.
Parece algo calculado y poco flexible, pero realmente cada uno es libre de organizarse de forma individual, acercándose más o menos a esta regla.
También es importante señalar que España es uno de los países menos productivos de Europa, siendo una de las causas, la mala gestión horaria, el clima y la falta de flexibilidad de las empresas. Y esto es lo que nos lleva a abordar el tema de la gestión de horarios. Veamos qué beneficios tiene la regla 8-8-8 para nuestra vida cotidiana.
Las ventajas de la regla 8-8-8:
- Ser más eficiente: dedicando 8 horas a trabajar, a dormir y al entretenimiento, el estrés disminuye, pues gestionamos nuestro tiempo de forma equitativa. Por ello, somos más eficientes, ya que tras las ocho horas de trabajo sabemos que podremos dedicarle tiempo tanto a nuestra familia como a nosotros mismos.
- Flexibilidad laboral: es un aspecto fundamental para esta fórmula, pues no es lo mismo trabajar 8 horas que 16. En el trabajo debería haber flexibilidad, siempre y cuando se respeten algunos límites, como la entrada y la salida de la oficina. En nuestro país no se lleva un control de los descansos y, en muchos casos, las jornadas son excesivas. Pero aunque los españoles trabajen muchas horas, esto no quiere decir que rindan más.
- Ser más productivo: la fórmula aboga por la productividad, por dedicar un tiempo determinado a una tarea concreta y llevarla a cabo lo mejor posible. Es importante saber a qué hora somos más productivos y aprovechar esto al máximo.
- Acabar con el presentismo: como dicen muchos «calentar la silla no es trabajar». El absentismo presencial es una realidad y estar en el trabajo dedicándole tiempo a otras cosas no ayuda a la productividad empresarial. Por lo tanto, dedícale 8 horas al trabajo, que ya tendrás otras 16 restantes para ti.
- Conciliación laboral y familiar: es importante destacar que una empresa a favor de la conciliación ayuda a que el trabajador se sienta más motivado, lo que genera un bien común para toda la empresa.
- Objetivos saludables: si eres un emprendedor, un freelance, y dedicas toda tu vida al trabajo, ¡respira! Mucha gente piensa que cuantas más horas le dediquemos al trabajo, más dinero ganaremos. No siempre es así. Hay que aprender a delegar y no ser esclavo de nuestro propio empleo, pues esto a la larga no será ni bueno para nuestra salud ni productivo para el trabajo.
¿Lleváis a cabo esta regla? ¿Apostáis por el 8-8-8?