En entradas anteriores tratábamos la importancia de invertir en la formación de los empleados, pues son muchas las ventajas derivadas de ello.

Hoy os queremos enseñar cómo llevar a cabo el proceso de formación y algunos métodos de capacitación que desde el departamento de Recursos Humanos se pueden impartir.

¿Cómo llevar a cabo el proceso de formación?

Para que la formación de los empleados sea eficaz es necesario seguir 4 etapas. Si estas se cumplen la formación será exitosa.

  1. Evalúa las necesidades. La formación de los empleados es costosa, por lo que hay que identificar qué es lo estrictamente necesario para evitar gastos innecesarios.
  2. Desarrollo del Plan de Formación. El desarrollo del plan de formación es un proceso colaborativo, pues se tiene en cuenta la opinión de empleados, directivos y formadores. La Técnica de Grupo Nominal es muy interesante para conocer las necesidades de formación existentes. En la siguiente imagen se detalla cómo aplicar la Técnica de Grupo NominalTÉCNICA-DE-GRUPO-NOMINAL
  3. Puesta en marcha de las acciones formativas. Es el momento de comenzar la formación con los empleados. La capacitación se puede hacer en el puesto de trabajo o fuera del mismo. Más abajo os mostramos explicamos detalladamente los tipos de formación que existen
  4. Evaluación del proceso de capacitación. Es el momento de conocer el éxito y la repercusión del mismo. Esto se puede saber a través de una prueba en la que los participantes mostrarán lo que han aprendido y a través de la observación, pues después de la capacitación la actitud, las capacidades y las habilidades de los empleados habrá cambiado.

¿Qué tipo de acciones formativas existen?

Como hemos comentado anteriormente la formación puede ser tanto dentro como fuera de la empresa.

Acciones formativas en la empresa.

  • Formación en el puesto de trabajo. A través de esta formación los empleados adquieren nuevos conocimientos al mismo tiempo que están trabajando, por lo que serán más productivos.
  • Rotación de puesto de trabajo. Cuando un empleado puede acceder a las tareas de distintas áreas y conocer cómo se trabaja. Este tipo de formación es muy interesante, pues los empleados acaban conociendo muchas áreas de la empresa y se fomenta el trabajo en equipo y la cooperación. 

Este tipo de acciones motivan a los empleados, puesto que al mismo tiempo que están trabajando están aprendiendo. Además, son capaces de observar sus propios avances, algo que antes les resultaba difícil de hacer o desconocían por completo cómo hacerlo ya están a su alcance.

Acciones formativas fuera de la empresa.

Las acciones fuera de la empresa suelen impartirse a través de Internet o en centros de formación específicos. Generalmente son pagadas por la empresa y consisten en conferencias, vídeos, estudio de casos e incluso la formación en talleres.

 

¿Qué método se adapta más a tu empresa? ¡No lo pienses más y forma a tus empleados!

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