Hace un tiempo hablábamos acerca del problema del presentismo en las empresas, de cómo afecta a la productividad y a la motivación de los empleados de las mismas. Pero, si tener a los empleados sentados en las sillas sin apenas rendir en sus labores, no es menos grave el contrario: que ni siquiera se encuentren allí presentes.
El absentismo genera que los empleados dejen de ocupar sus puestos de trabajo temporalmente por motivos de bajas o enfermedades, que en ocasiones pueden resultar cuestionables. Por lo tanto, en determinados casos, deben de estudiarse y tratar de realizar iniciativas para concienciar a la plantilla de lo importante que es su trabajo.
Medidas para evitar el absentismo:
- Formación continua. Mediante la realización de cursos, de idiomas, realización de talleres, actividades fuera de la oficina, refrescar conocimientos…para que los empleados sientan que son importantes para la organización. Por ello se les debe de informar temporalmente de los avances, del estado de la empresa y sensibilizarlos así del trabajo en equipo y de su papel individual para conseguirlo.
- Empowerment: es un proceso para dotar a los empleados de mayor autoridad y responsabilidad. De esta manera logramos aumentar su compromiso y confianza, que se sienta parte de la empresa, no como alguien que pasa allí unas horas al día. Que entiendan que el buen funcionamiento de la misma, es positivo para ellos.
- Engagement. Generar compromiso e implicación con los proyectos en los que se trabaja. Y no de una forma negativa, en el aspecto de «adicto al trabajo», sino al nivel de que el trabajo aporte una realización personal que les haga sentirse bien con ellos mismos, al tiempo que están siendo productivos para la empresa. Es indispensable para ello la motivación, el buen ambiente en el trabajo, un buen salario (también salario emocional) y tener compañerismo.
Esto genera beneficios, también, para los empleados:
- La mejora del clima laboral. Posiblemente uno de los máximos generadores de absentismo sea que los empleados no se sienten bien en el sitio donde van a trabajar a diario, por ello cualquier excusa para acudir a sus obligaciones es buena. En el momento esto cambia y sienten que les gusta su trabajo, el lugar y el ambiente que allí se respira es posible que bajen las ausencias.
- Si crece la motivación por lo que están haciendo, aumenta la productividad y se reduce el presentismo. Dejan de perder el tiempo, de procastinar, para pasar a centrarse en su trabajo y rendir al máximo.
- Si los resultados son buenos, es probable que la empresa empiece a permitir unos horarios un poco más flexibles (dentro de las necesidades de la misma), incluso, en ocasiones, permitir el teletrabajo (quizás si se ausentan tanto del trabajo significa que lo harían mejor desde cualquier otro sitio).
- Y la flexibilidad beneficia a la conciliación. Cada empleado tiene unas circunstancias personales distintas, por lo tanto, la capacidad de adaptabilidad de la empresa puede aumentar viendo unos resultados y una actitud de trabajo positiva en su equipo.