La jornada intensiva hace referencia al desarrollo de la jornada laboral, generalmente, sin realizar descansos. Si se trabajen más de 6 horas el descanso será de 15 minutos tal y como establece la Ley.

En post anteriores hablábamos sobre los beneficios de la jornada intensiva. De estos destacábamos la mejor salud de la que gozan los empleados o la mayor satisfacción con la organización entre otros.

En general los empleados españoles están descontentos con sus horarios laborales, por lo que la implementación de la jornada intensiva puede ser la solución. Algunos estudios revelan que la mayoría de empleados prefieren la jornada intensiva, es decir, trabajar de 8 a 16 horas.

La jornada intensiva permite mejorar la conciliación laboral y dedicarse más tiempo a uno mismo, pero es cierto, que implementar la jornada intensiva supone un ritmo de trabajo más intenso.

Hoy os queremos contar las claves para gestionar la jornada intensiva.

¿Cómo gestiono la jornada intensiva?

La jornada intensiva no es exclusiva de la época estival. Muchos trabajadores gozan de esta durante todo el año. La aplicación de la jornada intensiva depende de la actividad de la empresa, el contrato o convenio colectivo al que se acoja.

Herramientas de control de presencia como lo es Sesame Time, dan la posibilidad de configurar distintas jornadas. Por ello, durante el horario de invierno, los empleados pueden realizar una jornada partida y en época estival jornada intensiva.

Con Sesame los administradores podrán confeccionar diferentes jornadas a cada uno de los empleados, con el objetivo de registrar su jornada y cumplir con lo que indica la Inspección de Trabajo.

Si como empleado, quieres disfrutar de la jornada intensiva, deberás revisar el Convenio Colectivo. En el caso de que en años anteriores sí que disfrutabas de jornada intensiva y de repente has dejado de hacerlo, puedes reclamarla.

Si aún no utilizabas la jornada intensiva en tu organización, ya tienes las claves para gestionarla. ¿A qué esperas a implementarla?