La generación Z, llamados también Centennials, es aquella que nace entre finales de los 90 y la década del 2010. Se trata de personas más proclives al mundo virtual, y esto se muestra tanto en sus relaciones cotidianas como en el nivel de dependencia que han generado hacia la tecnología. La sociedad que Internet les proporciona hace que quieran liberarse de la realidad del día a día y dejen volar su mente e imaginación en la Red.

Pero ¿qué valores pueden aportar a una empresa? ¿Es su filosofía de vida apta para el trabajo en equipo y el desarrollo del éxito laboral?

¿Cuáles son los beneficios e inconvenientes empresariales de la Generación Z?

Acostumbrados a las interacciones de las redes sociales, los “Post-milenio” son un conjunto de personas que nos pueden dar una idea diferente del método de trabajo en el ámbito empresarial.

Hablamos de personas más seguras de sí mismas, menos idealistas y con una valoración determinante respecto a la tecnología y su conocimiento. Esto es algo fundamental para las empresas, sobre todo para aquellas que utilizan las redes sociales y el mundo virtual como herramienta base en sus funciones diarias. De hecho, cada día son más las empresas que realizan un uso exhaustivo de Internet y de las ventajas que esta red les proporciona.

Pero, a pesar de conocer el mundo de Internet,

¿cuál es el comportamiento de la Generación Z en el trabajo?

Supongo que conoceréis el concepto de autodidactismo, pues este principio metodológico es de los más utilizados por la generación net. Aprender por uno mismo, por medio de tutoriales, leyendo en dispositivos móviles y elaborando la mayoría de las tareas online, resume el día a día de estos jóvenes.

Nacen con la cultura del Do it yourself, y esto es algo que para el ámbito laboral puede aprovecharse muy bien, pues la solución de inconvenientes y problemas la realizan de forma personal y dedicada.

Por otra parte, aunque el conocimiento de tecnologías y el manejo de las redes sociales sea algo que hoy en día se busque en el perfil del empleado, esta generación también tiene sus puntos débiles.

En general, las relaciones interpersonales tradicionales, con los centennials, pasan a un segundo plano, pues parece que sólo sepan relacionarse a través de interacciones virtuales. Por no hablar de la impaciencia. Son jóvenes acostumbrados a recibir respuestas o resultados inmediatos y, por ello, esperar no es su mayor fuerte. Además, en cuanto a la oración, hablar en público no es lo suyo y se sienten cohibidos porque su manera de comunicarse es principalmente a distancia.

De esta forma, hay que tener en cuenta las ventajas e inconvenientes que pueden proporcionar estas personas a una unidad empresarial y ver hacia qué lado se inclina la balanza.

Si tu empresa tiene que ver con el ámbito tecnológico y multimedia, esta personas son las adecuadas. Si buscas a alguien capaz de expresarse en público abiertamente y trabajar en equipo de forma dinámica, puede que tengas que seguir buscando. Nunca sabrás de qué forma puede sorprenderte esta generación post-modernista. ¡Descúbrelo por ti mismo!

 

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