Estamos acostumbrados a la búsqueda masiva de prescriptores, influencers y bloggers por parte de las marcas para lograr así dar difusión a su propia imagen, promocionarla, enseñarla al mundo. Y realmente es una valiosa técnica, ya que la influencia que ciertas personas (conocidas o menos conocidas) tienen en nosotros es fundamental para que ese mismo público objetivo compre, utilice o consuma determinado producto o servicio.

Pero en muchas ocasiones, las empresas no son conscientes de que sus mejores prescriptores no son esos a quienes pagan para que les promocionen, sino que los tienen dentro de la misma, y van a trabajar a diario: son sus propios empleados.

Empecemos por la base, y es que estas empresas sean activas en los entornos digitales, ya que de este modo se alcanza un mayor número de leads, se trabaja por seguir innovando y de este modo se logra atraer a más talento a la misma.

A partir de aquí, debemos ser conscientes de un sorprendente dato:

El contenido compartido por los propios empleados es 8 veces más fiable y creíble que si sólo lo hace la empresa

A partir de este punto, nos preguntamos que cómo se forma al mejor embajador. Tenemos la respuesta:

  • Se debe sensibilizar y formar a los empleados en habilidades digitales. Es decir, deben de ser capaces de moverse correctamente en este terreno, sólo así su opinión puede ser valorada y fiable.
  1. Se debe evaluar el grado de conocimiento y sus habilidades digitales y sociales.
  2. Detectar quiénes son los empleados más activos en Redes Sociales.
  3. Búsqueda de canales más afines a la marca.
  4. Cuáles son los contenidos que pueden interesar al público.
  5. Cantidad de publicaciones.
  6. Si las publicaciones deben ser compartidas de un canal a otro o deben seguir estrategias distintas.
  7. Realizar un seguimiento de la reputación que tiene la empresa en RRSS (y también sus empleados).
  • Diseñar un plan estratégico totalmente adaptado a las necesidades y estilo de la compañía y al perfil de quiénes van a ser sus colaboradores.
  1. Decidir la cantidad de publicaciones que se desea que los embajadores realicen acerca de la marca y en qué canales.
  2. Tipo de contenidos que van a publicar.
  3. Detectar a los encargados de promover las publicaciones entre el resto del equipo.
  4. A nivel interno, se deberán realizar formaciones  y reuniones para aconsejar sobre las publicaciones y realizar nuevas propuestas. Es interesante marcar retos a conseguir para que de este modo, los embajadores se motiven.
  5. Y para lograr una mayor motivación, realizar acciones creativas, y premiarlos por su originalidad o por la cantidad de publicaciones.

Ya son muchas las empresas que se han unido a estas iniciativas, y que aprovechan lo felices que son sus empleados trabajando allí para que sean ellos mismos quiénes cuenten al mundo los beneficios de su lugar de trabajo. El más curioso, quizás, sea el blog que realizan los empleados de Adobe dónde tienen su propio espacio para expresarse.

 

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