Los Millennials son los nacidos entre las décadas de los 80-90 hasta los 2000. Son los nativos digitales, acostumbrados desde la infancia a tratar con la tecnología y de introducirla en sus hábitos del día a día. Una generación mucho más crítica que busca disfrutar trabajando y no ser una mera herramienta para las empresas.
Es la primera generación que ha ido de la mano de la tecnología desde que, prácticamente, aprendieron a hablar. Pero esto muchas empresas más que verlo como una ventaja, lo ven como un problema. Piensan que la tecnología les impide ser como los trabajadores de antaño, que no se esfuerzan o que son incapaces de pensar por ellos mismos.
Vamos a desmentir los mitos más comunes que acompañan a esta generación. Pues ya hay compañías que han probado que esta generación está mucho más que preparada:
1. Falta de implicación.
Narcisistas y poco trabajadores. No saben trabajar en equipo y solo buscan su bienestar. ERROR. Desde que se inician en su formación, aprenden lo que es el trabajo en equipo, en implicarse en cada uno de sus proyectos ficticios y en la satisfacción ante un trabajo bien hecho. Si en algo son expertos -además de en tecnología- es en trabajar en equipo y dejarse la piel en cada trabajo.
2. Son impacientes.
Los Millennials son impaciencientes, todo lo quieren YA. Buscan cambios notorios y se obsesionan si no los consiguen enseguida. Pero en realidad, son perseverantes, trabajadores y no se detienen ante cualquier obstáculo. De empresas como Facebook o Zappos han aprendido que el éxito requiere dedicación y esfuerzo.
3. Son nómadas.
No buscan estabilidad. Buscan crecer y aprender de cada experiencia. No buscan un empleo indefinido. Pero lo que en realidad sucede es que las empresas no cuentan con programas adaptados a la nueva realidad laboral. Programas que luchen por conservar el talento. Cualquier trabajador, ante una oferta mejor, no durará en arriesgar y apostar por otra compañía. No es cuestión de Millennials, es cuestión de una gestión del personal 3.0.
4. Sólo quieren trabajar en compañías reconocidas.
Que sólo se imaginan trabajando en Facebook o Google. ¿Por qué no querrían? Se trata de una generación que busca el éxito, pero no implica que, por ello, no estén interesados en PYMES u otro tipo de compañías. Quieren divertirse trabajando y empresas con una cultura laboral actual. No se trata del nombre de la compañía, sino de los valores que representa.
5. Adictos a la tecnología.
«Les impide centrarse en su trabajo». Pero ser nativo digital no es sinónimo de adicto a la tecnología. La generación del milenio sabe separar el trabajo de su vida personal y, mientras trabaja, no pierde el tiempo en sus Redes Sociales personales sin ser productivos.
6. Exigentes con las empresas.
Pero lo único que demandan es transparencia. Sentirse implicados en la compañía y que sean honestos con ellos. Que la confianza sea mutua y dejen de ser una mera herramienta de explotación. Un empleado contento es un empleado productivo.
7. Quieren ser premiados constantemente.
No buscan ‘palmaditas en la espalda’ ante un trabajo bien hecho. Quieren y necesitan críticas constructivas. No son conformistas. Buscan mejorar en el desempeño de su trabajo. Hay que conservar el talento y diseñar nuevos programas de gestión de personal, adaptados a todas las personas que componen una empresa.
8. Los Millennials buscan milagros: mucha más flexibilidad y vacaciones ilimitadas.
¿Y quién no? Los tiempos han cambiado, y las empresas deben dejar de fomentar el presentismo. Esta generación está más que preparada para los nuevos perfiles laborales, para el teletrabajo. La tecnología hace posible esta flexibilidad e, incluso, ya hay empresas, como Netflix, que ofrecen la posibilidad de vacaciones ilimitadas. ¡No es un disparate! Está comprobado que cuanta más responsabilidad y más confianza se deposita en el empleado, este actúa de forma más responsable y aumenta su engagement con la empresa. Los Millennials nos buscan milagros, buscan una realidad que a muchas empresas les cuesta aceptar.