El 8 de Marzo o Día Internacional de la Mujer Trabajadora, simboliza la igualdad de géneros, justicia, paz y desarrollo. Día en el que se reconoce el papel fundamental de la mujer, principalmente su aportación al desarrollo de la sociedad.

Historia del día de la mujer trabajadora

La celebración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora tiene el origen durante  el siglo XX en Estados Unidos. Su inicio lo llevaron a acabo unas mujeres norteamericanas en  1909 y el objetivo era homenajear  a las mujeres que trabajaban en el sector textil. Mujeres que además de trabajar bajo unas duras condiciones laborales no tenían ni voz ni voto.

Una segunda conferencia en 1910, celebrada en Copenhage, reunía a las mujeres de la Segunda Internacional para declarar oficialmente el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Reivindicaban la igualdad de derechos, principalmente el derecho a voto. A partir de entonces se ha celebrado año tras año y ha ido adquiriendo notoriedad.

Esta fecha reivindica, dignifica y recuerda con orgullo a todas aquellas mujeres que formaron parte de la lucha por un mundo de igualdad.

Beneficios de la inserción de la mujer en el mercado laboral

En pleno siglo XXI las mujeres son un agente de cambio. Juegan un gran rol en  la sociedad,  y  ejemplo de ello son las múltiples aportaciones realizadas  al mundo laboral. Parte de los beneficios que han sido  resultado de esta lucha son:

  • Mujeres formadas y emprendedoras. Las mujeres cada vez optan a puestos de mayor categoría, desde su entrada al mundo de los estudios las mujeres han mostrado su inquietud en todo tipo de ámbitos.
  • Mujeres activas y autónomas. El acceso al mundo laboral dota a la mujer de un salario propio para ser independiente económicamente. Las  mujeres han mostrado a lo largo de la historia su interés por trabajar y ser autónomas.
  • Mayor humanización en el mundo laboral. Son más receptivas y sensibles, esto favorece una cultura laboral eficiente y productiva. Las mujeres tienen habilidades que favorecen el desarrollo humano de la organización, muchas de estas habilidades son necesarias para 2020.

La inclusión de la mujer en el trabajo ha aportado muchos beneficios, pero aun tiene retos que afrontar en los próximos años. La brecha salarial, el acosos sexual o la conciliación de laboral  y familiar son algunos de ellos.  erradicarlos y que tanto hombres como mujeres seamos capaces de convivir en un ambiente laboral más humano.