SupeRRHHéroes, empezamos nuevo año, y por eso queremos que dejéis atrás algunas rutinas laborales tóxicas. A continuación os contamos cuáles son y cómo acabar con las rutinas laborales tóxicas.
Qué es una rutina laboral tóxica
Todo aquello que vaya en contra del respeto de los empleados. Este tipo de rutinas pueden desembocar en furia o ansiedad de los empleados. Por ello, os vamos a contar cuáles son y cómo frenar cualquier rutina laboral tóxica.
Rutinas laborales tóxicas
- Respetar el espacio. Cuando no sientes que se respeta tu espacio o viceversa, debes tener claro qué es un cumplido y qué es un acoso. Es decir, tienes que aprender a decir a los compañeros que no los puedes atender. Y al revés, tienes que saber identificar cuándo un empleado puede atenderte y cuándo no.
- No salir hasta que no se vaya el jefe. ¡Vete cuando termines! Si tus tareas las has hecho y has conseguido los objetivos del día, no esperes a que se vaya el jefe. Vete de la oficina, de lo contrario estarás perdiendo el tiempo. Eso sí, si te vas, deja el trabajo en la oficina y desconecta de verdad.
- Fijarse únicamente en los resultados y no en el equipo. Cuando se descuida a las personas y los resultados se convierten en una obsesión, el equipo de trabajo se desmotivará y el espacio de trabajo acabará convirtiéndose en el lugar más odiado.
- No dar la opinión. Es esencial que haya espacio para el diálogo, donde los empleados se sientan escuchados. De lo contrario, los empleados se limitarán a acatar órdenes sin sentirse libres de dar su opinión. ¿El resultado? ¡Empleados quemados!
Si os habéis sentido identificados con alguna de estas rutinas, el 2019 debe ser el año del cambio para tí. Si te deshaces de las rutinas laborales tóxicas conseguirás ser un empleado feliz, motivado y comprometido.