Muchas son las entradas en las que hemos tratado el tema de la productividad: cuáles son los principales ladrones de tiempo, cómo aumentar la productividad o cómo vencer la procrastinación.
Hoy vamos a hablar de algunas leyes de productividad, leyes de las que seguro has escuchado hablar y que te ayudarán a ahorrar tiempo en las tareas que realizas en el trabajo.
¡Ya basta de hacer horas por hacer!
El principio de Pareto o Regla 80/20
Vilfredo Pareto, economista italiano, fue el primero en observar que el 80% de la riqueza de su país estaba en manos de un 20% de la población. Pues bien, este principio enunciado por el economista italiano, puede extrapolarse más allá del ámbito económico.
El 80% de los resultados provienen del 20% de las aportaciones.
Es importante gestionar el tiempo y dedicar la mayor parte de esfuerzos y motivación a realizar el 20% de las tareas, lo que es lo mismo, obtendrás los mismo resultados invirtiendo menos tiempo y esfuerzo.
¿Cómo aplicar el principio de Pareto?
- ¡Céntrate en las tareas principales! Diferencia entre las tareas que te acercarán a alcanzar tus objetivos y las que sólo te ocuparán tiempo. Las tareas que te ayuden a lograr tus objetivos serán muy poquitas e incluso a veces no llegarán ni al 20%, pero no hay que preocuparse,
- Delega tareas. Sí, sí. Esto hará que todos los empleados estén ocupados y deban centrarse en las tareas importantes. ¡Queremos alcanzar un objetivo, y si lo hacemos entre todos mucho mejor!
- ¿Y qué hacer con las tareas que no tienen sentido? ¡No tengas miedo eliminalas! Son tareas que te robarán tiempo y harán que te despiste sin aportar nada al resultado final.
Ley de Parkinson
Cyril Northcote Parkinson afirmó que «el trabajo se expande hasta que llena todo el tiempo disponible para su realización».
Esto quiere decir que, si tenemos que entregar una tarea en un plazo de un mes, dedicaremos todo el tiempo de ese mes a esa tarea y no la terminaremos hasta el último día, o con suerte hasta el día de antes.
Tendemos a dejar todo a última hora. Empezamos las tareas y los primeros días no les dedicamos el suficiente tiempo o no estamos concentrados e implicados al 100% en esa tarea.
¡Nos encanta trabajar bajo presión!
Esto se acabó. Aunque tengamos un mes de plazo hay que planificar las tareas y marcar plazos para cada una de ellas. Esto te permitirá estimar el tiempo en el que el trabajo estará terminado.
¿Y si relacionamos la física y la productividad?
Pues de esta unión podemos obtener grandes resultados. Newton en la Ley sobre el movimiento decía:
Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.
Pensaréis que nada tiene que ver esa afirmación con la productividad laboral… pues estáis equivocados.
Llevando esa afirmación al terreno laboral, extraemos que, cuando una persona está procrastinando le cuesta mucho volver a activarse para trabajar, y al contrario, cuando una persona está activa y trabajando es difícil parar, puesto que además de perder el hilo, es satisfactorio ver cómo vas cumpliendo con las tareas propuestas.
Nosotros os hemos dado algunas claves para aumentar la productividad. Ahora os toca poner de vuestra parte. ¡A ser más productivos!