Nos gusta descubrir nuevos conceptos y poder compartirlos con vosotros. Hoy os vamos a enseñar a diseñar el trabajo perfecto mediante el Job Crafting.

Qué es el Job Crafting

El Job Crafting hace referencia a la construcción del trabajo. Es decir, es la forma de dar un nuevo enfoque a un puesto de trabajo. A grandes rasgos, el Job Crafting se refiere a amoldar la dinámica de trabajo diaria a cada uno de los empleados.

Aplicar el Job Crafting es hacer un ejercicio de autoevaluación para descubrir cómo se gestiona el tiempo de trabajo, las tareas y la productividad de cada empleado.

Cómo hacer Job Crafting

Para implementar esta técnica es imprescindible contar con empleados participativos, ya que son esenciales en este proceso.

El proceso de Job Crafting empieza con la reflexión del empleado acerca de tres aspectos centrales: las tareas, las relaciones y la percepción.

  • Las tareas. El empleado debe ser autocrítico y saber cuándo se encuentra más cómodo, si cuando tiene muchas tareas o cuando tiene pocas. Si planifica cada una de ellas o si las realiza de forma improvisada.
  • Las relaciones. En este aspecto, el empleado debe hacer una reflexión sobre cómo se lleva con el jefe, con el equipo. Además, debe valorar cuál es el nivel de dependencia que tiene o si considera que cuenta con un equipo insuficiente.
  • La percepción. Elegir dónde focalizar los esfuerzos dependiendo de cada tarea es cuestión de los usuarios.

Cuando ya se ha realizado esta primera reflexión, será necesario hacer un listado de las tareas asociadas a cada puesto de trabajo. Así mismo, deberemos enumerar los puntos fuertes de los empleados y cruzar las listas. Una vez tengamos claras las tareas que más encajan con el perfil de cada uno, será momento de rediseñar el puesto de trabajo.

Ventajas del Job Crafting

El Job Crafting, como bien habrás deducido, no te hará encontrar el trabajo perfecto, ya que no es tarea sencilla, pero sí te aproximará a él. A continuación, te enumeramos los beneficios que pueden derivarse de esta técnica:

  • Los empleados se sienten valorados, pues no se les impone el lugar de trabajo y las tareas desde la dirección, sino que estas son asignadas en función a su afinidad.
  • Aumenta la proactividad de los usuarios, el compromiso y la motivación. Como consecuencia, mejoran los resultados de los empleados.
  • Mejora el ambiente laboral y el compañerismo.
  • Alinea los valores personales y profesionales, de manera que se evita la frustración de los empleados en el puesto de trabajo.

Ahora que ya conoces qué es el Job Crafting y cómo implementarlo, ¿a qué esperas para conseguir empleados felices?