¿Qué es la ISO 9001?

La ISO es la Organización Internacional de Estandarización, que tiene su sede central en Ginebra, Suiza, y con miembros en más de 150 países.
La norma ISO 9001 es una norma internacional que regula todos los elementos con los que debe contar una empresa para tener un sistema efectivo de calidad.
Los clientes que contraten con empresas que cuentan con la certificación de calidad de la ISO 9001, tienen la garantía de que el servicio prestado es de calidad.

Recursos Humanos en la ISO 9001

Como no iba a ser menos, la norma ISO 9001, en su apartado 6.2, trata sobre los Recursos Humanos en una organización.
Según la norma, para que una empresa pueda satisfacer a sus clientes de forma eficaz, además de un producto de calidad, debe estar compuesta por un personal de calidad. Asi, se considera de calidad el recurso humano:
• Cuando es competente en base a cuatro aspectos: educación, formación, habilidades y experiencia.
• Cuando es consciente de la importancia de sus acciones en relación con la calidad
• Cuando está satisfecho en su puesto de trabajo.

Personal competente

Se entiende por personal competente, aquel que realiza acciones que conllevan a que el fruto de su trabajo en la organización sea excelente.
La norma ISO considera competente a un trabajador cuando cumple con los cuatro requisitos (educación, formación, habilidades y experiencia) que la empresa ha determinado para cada puesto de trabajo.

  • Educación: los estudios mínimos que se le exigen a un trabajador para un puesto determinado.
  • Formación: hace referencia a los conocimientos complementarios que son necesarios para desempeñar un puesto de trabajo, como por ejemplo, programas informáticos, carnets específicos, etc.
  • Habilidades. Existen puestos de trabajo para los que es necesario tener habilidades sociales, una buena percepción visual, o facilidad a la hora de entablar una conversación.
  • Experiencia. Entendida como la experiencia mínima que necesita un trabajador para desempeñar el puesto de trabajo, la cual incluye la exigencia de realización de un periodo mínimo de prácticas en la empresa.
    Estas competencias, son las mínimas que debe tener una persona para desempeñar un determinado puesto con éxito. Estas competencias las fija cada empresa, tras un análisis de las necesidades de cada puesto de trabajo.
    Por tanto, cuando un empleado se ajusta al perfil descrito para un puesto de trabajo, se considera que es apto para dicho puesto, y por tanto competente.
    Otro aspecto en el que la norma ISO hace mucho hincapié es en la formación de los empleados, como requisito indispensable para ser un empleado competente. Es fundamental saber detectar las necesidades de formación de cada puesto, para aumentar el rendimiento. Es un aspecto a tener en cuenta, puesto que existe la constante amenaza de la obsolescencia profesional.
    La forma más sencilla de detectar las necesidades de formación de un puesto de trabajo es preguntando a los empleados o a sus superiores.
    Una vez identificadas las necesidades de formación, la empresa debe realizar las acciones necesarias mediante la gestión de un plan, generalmente anual, para proporcionarles dicha formación a los empleados que la necesiten.
    Con respecto a la efectividad, dicho programa de formación será efectivo en el momento en que se consigan los objetivos fijados.
    Por supuesto, el coordinador de todas estas actividades es el departamento de Recursos Humanos.

Personal consciente

De conformidad con el apartado 6.2.2 de la Norma ISO 9001:2008 la empresa debe garantizar que sus empleados son conscientes de la importancia de las acciones que realizan, y de la influencia que tienen en la consecución de los objetivos de calidad.
En realidad, se trata de crear una cultura de empresa que tenga como base la colaboración entre empleados, de forma que se complementen entre ellos, de forma que todos entiendan que sus acciones no son aisladas, sino que forman parte de un conjunto, que es la organización, y tienen consecuencias que de alguna forma afectan a todo el proceso, y por lo tanto contribuyen a conseguir los objetivos establecidos.
Para ello, es muy importante que los trabajadores conozcan cuáles son estos objetivos y la forma en que se ha acordado que deben lograrse, información que muchos empresarios de la vieja escuela no están dispuestos a proporcionar a sus empleados.

Personal satisfecho

El personal satisfecho es aquel que está motivado, que está a gusto con su trabajo y considera que le proporciona estabilidad y no tiene que estar pendiente de preocupaciones que lo distraigan de sus obligaciones laborales.
En este aspecto, el departamento de Recursos Humanos juega un papel muy importante, pues las compensaciones que se les proporcionan a los trabajadores son un pilar fundamental para que estos estén satisfechos con su puesto en la empresa.
Otro elemento para alcanzar la satisfacción de los empleados es la política salarial, tanto directa como indirecta, pues se trata del incentivo principal que percibe un trabajador por la realización eficaz de su trabajo, aumentando así su autoestima y motivación.
Además, las buenas relaciones entre los compañeros con jefes, también contribuyen a que el ambiente de trabajo sea agradable y satisfactorio para los empleados.
Descubre aquí todos los aspectos que necesitan los empleados para estar satisfechos y felices en el trabajo.

Y tu empresa, ¿Es una empresa de calidad? ¿Cuenta con la certificación ISO 9001?

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