La conciliación laboral y familiar en Europa presenta irregularidades. Nos encontramos ante países como España, en los que las empresas fijan un horario laboral rígido. Mientras que en otros países esta situación es completamente contraria y las empresas apuestan por un horario flexible, como es el caso de Finlandia, Suecia, Alemania y Dinamarca, que gracias a esta flexibilidad disfrutan de una conciliación laboral mucho más sencilla.
Europa está bastante envejecida debido a la situación de incertidumbre que estamos atravesando, ya que las personas se piensan dos veces lo de formar una familia. A esto se suman unas las políticas de conciliación que en muchas ocasiones o no son son suficientes o, en realidad, no se terminan de aplicar por parte de las organizaciones, como ocurre en nuestro país o Portugal.
Lo contrario ocurre en Dinamarca que, además de aplicar horarios flexibles, destinan una mayor cantidad de ayudas a las familias, como pueden ser las ayudas a guarderías. O Suecia, cuyos días de permiso concedidos por maternidad y paternidad incluso supera con creces las 27,7 semanas de media de la Unión Europea. Es decir, mientras hay países que apuestan por las ayudas y las flexibilidad garantizando así la conciliación familiar. Hay otros que siguen contando con horarios rígidos y con menos prestaciones. Lo cual no termina de ser del todo coherente.
Cambio cultural en las empresas
Aunque es cierto que cada vez hay más países con empresas que se adaptan al contexto actual, y apuestan -poco a poco- por la aplicación de horarios flexibles. Así aseguran la productividad laboral y no el pasar más horas en la oficina. Así son los propios empleados los que se encargan de su propia gestión de tiempo laboral, cumpliendo sus objetivos.
No todo son malas noticias en países con una situación similar a la nuestra, cada vez más siguen el ejemplo de Dinamarca o Suecia y han aumentado el porcentaje de empresas que abogan por la conciliación laboral y familiar. Ofrecen oportunidades para trabajar a tiempo parcial o implementa la posibilidad del teletrabajo, perfil cada vez más utilizado en Alemania, Reino Unido, Luxemburgo y la República Checa.
Pero es que, además, en gran parte de la Unión Europea está mal visto quedarse en la oficina más allá de las 17:00, es sinónimo de irresponsabilidad y de bajo rendimiento. Al trabajador se le exige que cumpla con su trabajo y sus objetivos, no que pase más horas en la oficina. Pero por otro lado están otros países como España, donde el ‘presentismo’ en la empresa sigue estando a la orden del día. En ocasiones es el mismo empleado quien, por hábito y la cultura laboral del país, se siente en la obligación de no salir de la oficina antes que el jefe, todo por apariencia más que por productividad.
Hay que adaptarse a este nuevo contexto y aprender de los países con mayor productividad. Aumentar el rendimiento de los empleados y conseguir terminar con esta utopía de la conciliación que hay en algunos países europeos. Así será posible la conciliación laboral y familiar en el continente al completo.