Estos últimos días se ha vuelto a reabrir -si es que se había cerrado- el debate sobre la realidad de las bajas de maternidad y paternidad. El desencadenante fue la noticia de Marissa Mayer, CEO de Yahoo!, que se recogió en distintos medios.

Marissa Mayer está embaraza de gemelas y recientemente ha hecho publica su intención de pedir un permiso de dos semanas, en las que, además, continuará trabajando desde casa. Es una decisión privada y personal que, por su posición como mujer CEO (sólo 23 mujeres son CEO entre las 500 empresas estadounidenses más importantes), no ha sido pasada por alto.

Cabe destacar que, aunque en España las empresas tiene la obligación de ofrecer hasta 16 semanas de permiso, en EEUU el permiso de maternidad es de hasta 12 semanas no remuneradas y que, además, las empresas no están obligadas. Cada empresa tiene sus políticas y es decisión suya remunerarlas o no. Aunque cada vez hay más casos conciliadores como Netflix.

El debate está en que si la CEO de Yahoo! ha tomado esta decisión, ¿que deberían hacer el resto de empleadas y empleados? ¿Y si se le toma como ejemplo? Todo por lo que mucha gente continua luchando podría derrumbarse y dejaríamos de hablar de conciliación.

Lo que está claro es que llegar a una posición de poder en un mundo -muy a nuestro pesar- de hombres, no es nada fácil. Que Marissa disfruta de su trabajo y que, a su vez, le será difícil separarse de sus gemelas. Así que, aunque está sea su decisión, se organizará, no sin dificultades, para intentar desempeñar ambos roles.

Usue Madinaveitia publicó su opinión en su blog mamiconcilia de forma detallada y completa, ponía en la piel de Marissa Mayers. En ella destaca que «el problema no es de Marissa Mayers», sino de una sociedad aparentemente libre: 

  • Una sociedad que continua sin asumir que la mujer se ha incorporado al mundo laboral y no nos lo pone fácil. 
  • Que no está acostumbrada a que una mujer ocupe un cargo de responsabilidad y no sabe reaccionar ante esta realidad.
  • Los hombres también tienen derecho al permiso de paternidad y no se lo pone fácil a los que han empezado a pelear.
  • Que imposibilita la conciliación laboral y familiar.
  • Que, con el cambio de roles se han perdido los valores, anteponiendo el trabajo a la familia.
  • Y se castiga a los que anteponen a la familia y juzga a los que optan por el trabajo.

De modo que -volviendo a citar a Usue Madinaiveitia– que Marissa Mayer sea ejemplo de éxito en el mundo empresarial, pero que no sea ejemplo en temas de conciliación, porque pone muy difícil conseguir que la familia ocupe el lugar que se merece.

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