¿Has hecho una entrevista recientemente y aún no te han llamado? La espera sin respuesta es la más dura. Entramos en un mar de dudas y la solución más sencilla es ponernos en contacto con la empresa. Pero, debemos tener en cuenta que la manera en la que enviamos el mail de seguimiento después de una entrevista puede ser determinante.
¿Qué evitar en el mail de seguimiento?
Lo primero y más importante después de una entrevista de trabajo es tener paciencia. Aunque tengamos dudas y no sepamos nada sobre el puesto tenemos que esperar. Puede ser duro, pero enviar el mail poco después puede ser mucho peor.
Cuando partimos de la inseguridad el reclutador percibe la ansiedad y la presión. Debes evitar que el reclutador se sienta bajo presión o crea que le estás insistiendo porque no te ha llamado, o se le ha olvidado. Estas son características que no se desean dentro de una empresa, buscamos todo lo contrario. Con el mail de seguimiento queremos resolver nuestras dudas pero también puede convertirse en un baza para ganar puntos, solo si se hace bien.
El mail de seguimiento ¿cómo lo envío?
El objetivo de este mail es que el entrevistador nos tenga en consideración. A lo largo de la semana un reclutador puede haber entrevistado a decenas de personas. Por este motivo debemos diferenciarnos y recordarle quiénes somos.
El mail de seguimiento consta de dos partes. En primer lugar mostrar agradecimiento, y en segundo lugar dar información que permita al seleccionador recordarnos. Debemos aportar un dato que le recuerde al reclutador por qué eres un candidato potencial.
Para conseguirlo puedes mencionar algo concreto de lo que hablasteis para activar su memoria. Por otro lado, puedes aportar algo de información extra que no hicieras durante la entrevista. Sin embargo, no debes aprovechar esta situación para regodearte o añadir temas irrelevantes. Debes guiarte por el minimalismo y no caer en banalidades. Por lo que esta información extra puede ser, por ejemplo, algún logro obtenido tras la entrevista.
Una vez enviado, solo queda tener paciencia. Espera un tiempo medio para que te contesten y si sigues sin respuesta, puedes, como último recurso, llamar un semana después. ¡Suerte!