Existen términos extranjeros cuyos significados no nos suenan de nada, pero que al conocerlos empiezan a formar parte de nuestro lenguaje diario y tratamos de incorporarlos, con mayor o menor éxito, al día a día de nuestras oficinas. Y es que no son pocos los beneficios que aporta esta práctica a los empleados y a la propia empresa.
Y es que la «Fika» se trata de una institución social en Suecia, una pausa para tomar café en el trabajo que sustituye lo que en España es la hora del almuerzo, con la diferencia de que nuestros vecinos europeos lo realizan dentro de la oficina y, según el caso, pueden realizarlo una vez a la semana o varias al día. Algunas empresas lo hacen de forma organizada y otros de forma espontánea.
La finalidad es reunirse, y, mientras toman café y comen dulces y tartas, tratan temas poco trascendentales que a veces pueden convertirse en ideas relevantes para la mejora de aspectos internos de la empresa, de ahí que sea considerado como uno de los grandes secretos de su productividad.
El sistema de gestión en el trabajo sueco es horizontal y tiene las jerarquías poco marcadas, por lo tanto la «fika» ayuda a la comunicación entre empleados y directivos, que se encuentran en escucha activa de lo que los trabajadores quieran aportar.
Pero no son las únicas iniciativas en las que nos llevan ventaja, sino que hace un tiempo decidieron implantar las jornadas semanales de 30 horas y reducir las jornadas diarias a 6 horas, de modo que, sorprendentemente, aumentaba su productividad.
Y es que, tenemos mucho camino aún por recorrer en materia de políticas laborales si nos comparamos al resto de países europeos.
Al igual que nos lo cuestionábamos con la jornada laboral de 6 horas, ¿creéis que sería una buena idea incorporar esta pausa en las empresas españolas para aumentar nuestra productividad?