Negociar el sueldo con el reclutador es una de las fases más delicadas dentro del proceso de selección, ya que de esta respuesta se sacan muchas conclusiones claves para discernir si estas dentro o fuera de la empresa. Es por esto que hoy os contamos cómo negociar tu sueldo.
Para responder correctamente a la pregunta de cuáles son tus pretensiones salariales, debes tener muy en cuenta el momento en el que se te hace dicha pregunta, puesto que no tiene el mismo significado si se hace al principio del proceso de selección que al final del mismo.
Si un reclutador te pregunta cuánto te gustaría cobrar, sin antes haberte dado toda la información relativa a cuáles son tus funciones dentro de la empresa, lo ideal es que no te aventures a dar una cifra, porque lo que realmente desea saber el reclutador en ese momento es que tipo de profesional eres, si valoras tu trabajo y si de verdad estás interesado en el puesto vacante.
Como imaginarás de esta contestación dependerá en gran medida tu continuidad en el proceso de selección, y aunque no lo creas, la mayoría de candidatos son rechazados por esta respuesta en la entrevista.
Cómo conseguir el sueldo deseado
Cuando te hagan la pregunta sobre el sueldo que mereces ganar, lo ideal es contar con la mayor cantidad de información sobre el puesto. Si no queda otra, di algo como, “mi objetivo es conseguir un salario competitivo, pero no es lo único que me interesa de esta oferta, me gustaría que me informaras más sobre mis futuras funciones y los retos que encontraría en este trabajo antes de dar una cifra”.
Con una respuesta de este tipo estarías dando a entender que eres un profesional con capacidad de negociación, que estás interesado en desarrollar tus habilidades en la empresa y no sólo en cobrar tu sueldo. Además te garantizas un salario justo al pedir más información sobre tu puesto.
Si la pregunta de cuál es el salario que te gustaría tener en la empresa llega cuando ya dispones de la información necesaria para hacer un juicio correcto, es momento de demostrar lo bien que te has preparado la entrevista de trabajo, ya que con anterioridad debiste haberte informado de cuánto ofrecen otras empresas por un puesto similar.
Contar con esa información puede ser vital ya que la cifra que des puede tener varios significados, por ejemplo, si das un valor muy inferior al del mercado, muestras que valoras poco tu trabajo, o que estás desesperado por el puesto, lo que no es nada positivo.
Por el contrario, si das una cifra muy por encima del sueldo medio del mercado puedes ser descartado por ser percibido como arrogante, o simplemente porque superas los límites salariales marcados por la empresa.
Otro de los trucos que puedes utilizar ante la cuestión de cuánto debes cobrar en tu nuevo trabajo, es aumentarle un 20% al sueldo que obtenías en tu anterior empleo y a partir de ahí negociar con tu nuevo empleador evitando caer en alguna de las situaciones descritas anteriormente.
Por último, debes tener presente que en el momento de conseguir un empleo, el proceso es muy parecido al de vender cualquier otro producto o servicio, por lo que debes asegurarte de convencer al empleador de que tú eres el candidato idóneo para el puesto por tus habilidades y actitudes. Enamora al empleador con tus cualidades y verá con mejores ojos tus pretensiones salariales.