Como hemos comentado en ocasiones anteriores la gestión de proyectos es una de las claves del éxito empresarial. La gestión de proyectos esta en una continua búsqueda de técnicas y metodologías  para minimizar los errores y conseguir una mayor eficacia. Esta entrada del blog la vamos a dedicar a explicar las 3 metodologías de gestión de proyectos más exitosas de las infinitas que podemos encontrar.

El Diagrama de Gantt

El Diagrama de Gantt es una de las metodología de gestión de proyectos más antiguas que conocemos. Esta lleva usándose desde hace más de 70 años debido a su simplicidad en cuanto a la estructura. Es por ello, que se convierte en una herramienta ideal para las personas que inician en la Dirección de Proyectos y los que ya poseen gran experiencia en el project management.

Este método se puede resumir en 5 puntos:

  1. El diagrama de Gantt se estructura mediante dos ejes. Uno recoge las tareas y actividades asociadas al proyecto, y el otro, la duración de este desde el inicio hasta el final.
  2. Este eje de coordenadas sirve para definir las distintas etapas y resaltar las fechas más importantes.
  3. El punto débil de este diagrama está en la dificultad para establecer prioridades y detectar dependencias entre las distintas etapas del proyecto.
  4. Aunque aportan un a visión definida y realista requiere de actualización continua.
  5. Es un método muy válido y sencillo aunque no es recomendable para proyectos para los que se contemplen muchos cambios.

Pert y CPM coordinados para la gestión de proyectos

Pert es una metodología para la gestión de proyectos que actúa como complemento de CPM y del Diagrama de Gantt.  Para llevarlo a cabo necesitamos:

  1. Determinar las actividades en que se desglosa el proyecto, sus dependencias y su duración. Después aplicar una función de probabilidad que permita calcular el tiempo de ejecución basándose tanto en una teoría optimista como una pesimista. Estas combinadas permiten permiten calcular en tiempo estimado.
  2. Con los datos que obtenemos de la anterior operación podemos diseñar una red de nodos. Y a partir de esta,  determinar la ruta crítica y su desviación estándar, así como la varianza para cada una de las actividades del proyecto.
  3. Este método resulta muy útil para proyectos que combinan actividades ejecutadas en secuencia y en paralelo.

El CPM o Camino de la Ruta Crítica muestra la trayectoria óptima de un proyecto y de sus actividades. Conocer este camino facilita la gestión del proyecto. Pero esto no significa que únicamente nos tengamos que guiar por esta herramienta, ya que no contempla el riesgo.

Cuando se conocen las actividades pueden establecerse plazos según las prioridades y las dependencias. Así podemos distribuir los recursos necesarios y las tareas en cada caso. Nos permite por tanto visualizar la ruta crítica.

Método de la Cadena Crítica para la gestión de proyectos

El Método de la Cadena Crítica constituye la metodología más joven, pero en cambio es la que mejor acogida tiene. Sus resultados son excelentes en cuanto a la gestión de proyectos se refiere. Se adapta fácilmente a los proyectos más complejos por su capacidad de simplificar la labor de seguimiento y control. Esta última metodología se caracteriza por:

  1. Su cualidad para jerarquizar las prioridades y simplificar la toma de decisiones.
  2. Garantizar la protección del proyecto.
  3. Se basa en la detección de las actividades críticas del proyecto. Es decir, en aquellas cuya duración suponga un riesgo para el proyecto.
  4. Establecen amortiguadores de tiempo en puntos estratégicos para la consecución de las actividades críticas.
  5. Podemos establecer tipologías de amortiguadores distintas. Amortiguadores de proyecto, de alimentación y de recurso. Cada uno con una función particular pero que actúan complementariamente.

Como hemos explicado en la gestión de proyectos es muy importante establecer el tiempo de cada actividad. La duración de cada etapa va a determinar el tiempo total del proyecto. Dada la importancia de este parámetro nos conviene conocer el tiempo y esfuerzo que dedicamos a cada actividad asociado a cada recurso. Para medirlo existen herramientas de gestión del tiempo como la de Sesame. Que permite conocer el tiempo que dedica una persona a una tarea determinada dentro de un proyecto. Ahora que ya conoces la importancia de la gestión de los proyectos en el mundo empresarial y las técnicas para llevarlo a cabo, ¿a qué esperas para poner en marcha tu proyecto?