Ya hablábamos en otro post de que la formación de los trabajadores dentro de la empresa es imprescindible. Sin embargo, está demostrado que la efectividad de esta depende mucho de la metodología empleada.
¿Crees que los conocimientos que estás adquiriendo después los aplicas adecuadamente?
¿La forma en que recibes la formación es adecuada?
Según la información extraída del Siltom Institute, tan solo el 8% de las empresas ven un impacto de los programas formativos que llevan a cabo. Además, sólo el 4% obtiene algún ROI.
¿A qué se debe?
Parece ser que en la mayoría de los casos nos quedamos con algunos conceptos pero más del 80% los perdemos en unos pocos días. Por tanto, esos que hemos acabado dejando por el camino no llegamos nunca a aplicarlos en nuestro trabajo.
El Siltom Institute trabaja siguiendo los principios de la neurodidáctica:
Rama de la neurociencia que optimiza la enseñanza, alineándola con el funcionamiento del cerebro humano (Siltom Institute).
A raíz de esto, defiende que para conseguir resultados, necesitamos que los conceptos sean adecuadamente asimilados e integrados, pero también recordados.
¿Y dónde deben quedar guardados? En la memoria a largo plazo.
Metodología SILTOM para la formación
Siguiendo pues la neurodidáctica, han desarrollado una serie de estrategias que contribuyan a la adecuada asimilación, aplicación y recuerdo de la formación que recibimos:
- Autoevaluación. Evalúa si has comprendido los conceptos mediante preguntas test en un entorno relajado. Fomentará tu curiosidad.
- Enseñar a otros. Trata de explicar lo que has aprendido a personas cercanas. Utiliza tus palabras y toma lo más importante.
- Gamificación. La diversión en la formación se ha demostrado que es muy efectiva. Utiliza juegos interactivos para superarte e interactuar con el resto.
- Periodo extenso. Evita los cursos intensivos. A largo plazo puedes entrenar lo que vas aprendiendo con más calma y hay una mejor asimilación.
- Multisensorial. Cuantos más sentidos utilices, más aprenderás. Gesticula, mueve el cuerpo, utiliza sonidos, imágenes…
- Aprender del error. Revisa por qué fallaste revisando tus respuestas y corrigiéndolas en un periodo posterior y más distendido.
- Intercalar temas. Alterna los temas para que se haga más dinámico y conserves la atención.
- Movilidad. El móvil y dispositivos portátiles permiten el aprendizaje en cualquier lugar. Los distintos escenarios y matices favorecen un mayor recuerdo. Mucho más si además se da en el lugar donde se vaya a aplicar lo aprendido.
- Microlearning. No te satures de información y extrae lo importante. Utiliza periodos de tiempo en los que puedas mantenerte atento.
- Repasar. Sólo con un único impacto no logramos asimilar los conceptos con efectividad. Practícalos y rememóralos cada cierto tiempo.
¿Preparad@ para probarlo?