El metamanagement se ha convertido en una disciplina imprescindible para cualquier organización. Fred Kofman, escritor, coach y gurú de la gestión empresarial, habla de la importancia y las ventajas que tiene lo que él denomina Dimensión Humana en la dirección y gestión de empresas. Os contamos qué es el metamanagement y la relevancia que tiene en el mundo de la empresa.
¿Qué es el metamanagement?
El metamanagement pretende mejorar las interacciones humanas en las empresas u organizaciones. Kofman critica la visión de las empresas sobre la gestión de las compañías, ya que dice que se deja de lado lo que realmente importa y lo que de verdad dota de vida a los departamentos. Se refiere a las personas, al comportamiento humano, a la Dimensión Humana.
La esencia de la empresa es la comunicación y para llevarla a cabo se necesitan personas. Kofman habla de una comunicación abierta, de la importancia de la comunicación interna para la empresa y de lo complicado que resulta, muchas veces, que esto pase de la teoría a la práctica.
Cada persona es un mundo y tiene una visión propia del entorno y de las cosas. De esta manera, hay que tener en cuenta que las empresas no sólo se componen de gerentes o jefes, sino también de empleados y trabajadores que se encargan de que dichas organizaciones consigan las metas propuestas. Kofman, dice, en este sentido, que es esencial ser humilde y hablar francamente en lo referente a la comunicación entre jefe y empleado.
El management es la gestión de la empresa, pero ¿quién se encarga de esta gestión? No es sólo el dirigente organizativo sino cada una de las personas que forman parte de la plantilla. Se ha de rescatar de esta visión cerrada, las acciones y perspectivas del factor humano, su manera de ver el trabajo, de organizarse, de gestionar las tareas y proyectos.
El metamanagement en RRHH habla por sí sólo. Las personas han de estar en el centro de la organización, pues son las que tienen la capacidad, la fuerza, la motivación para desarrollar las diferentes labores.
«Uno quiere que sus empleados asuman riesgos, pero no quiere que se equivoquen; uno quiere que le cuenten los problemas, pero prefiere no recibir malas noticias; uno quiere que comprendan claramente sus instrucciones, pero no quiere que le roben demasiado tiempo con preguntas, y así un largo etcétera». – Fred Kofman