Nethunter

Si hace unos meses os hablábamos de la figura del headhunter (cazatalentos) hoy llegamos con el nethunter, una figura muy similar pero con un matiz muy destacado.

Se trata del tipo de búsqueda, ya que mientras el headhunter puede utilizar herramientas 2.0 como apoyo para su búsqueda, en el caso del nethunter, su búsqueda se centra en estos medios.

Pues bien, este nuevo concepto trata de buscar candidatos, talentos, a través de la web 2.0 y sobre todo, redes sociales. Es lo que podríamos llamar un reclutador 2.0. La principal red donde buscar nuevos candidatos podría ser Linked In, pero cada vez más son otras redes sociales las preferidas para conocer un poco más a fondo quien va a trabajar en un nuevo equipo. Llegado este punto se suele crear un debate en el cual se mezcla la vida personal con la vida profesional de una persona, que no tienen que guardar relación.

Por ello, si existe alguna posibilidad de que «nos estén buscando» debemos tener en cuenta varios puntos:

  • La reputación en Google: todo lo que compartimos, comentamos, buscamos… permanece guardado. Por ello, no está de más buscar nuestro nombre en Google de vez en cuando para comprobar si los resultado pueden escandalizar a algún nethunter.
  • Todo lo que compartes: el famoso ¿en qué estás pensando? de Facebook contestado con alguna falta de ortografía puede catalogarte, al igual que fotos con contenidos poco usuales. Por lo tanto, no está de más revisar aquello que tenemos pensado compartir con el mundo.

En esta imagen podemos clasificarnos a partir de la actividad y el comportamiento que solemos tener en las redes.

Si hace unos meses os hablábamos de la figura del headhunter (cazatalentos) hoy llegamos con el nethunter, una figura muy similar pero con un matiz muy destacado.

Se trata del tipo de búsqueda, ya que mientras el headhunter puede utilizar herramientas 2.0 como apoyo para su búsqueda, en el caso del nethunter, su búsqueda se centra en estos medios.

Pues bien, este nuevo concepto trata de buscar candidatos, talentos, a través de la web 2.0 y sobre todo, redes sociales. Es lo que podríamos llamar un reclutador 2.0. La principal red donde buscar nuevos candidatos podría ser Linked In, pero cada vez más son otras redes sociales las preferidas para conocer un poco más a fondo quien va a trabajar en un nuevo equipo. Llegado este punto se suele crear un debate en el cual se mezcla la vida personal con la vida profesional de una persona, que no tienen que guardar relación.

Por ello, si existe alguna posibilidad de que «nos estén buscando» debemos tener en cuenta varios puntos:

  • La reputación en Google: todo lo que compartimos, comentamos, buscamos… permanece guardado. Por ello, no está de más buscar nuestro nombre en Google de vez en cuando para comprobar si los resultado pueden escandalizar a algún nethunter.
  • Todo lo que compartes: el famoso ¿en qué estás pensando? de Facebook contestado con alguna falta de ortografía puede catalogarte, al igual que fotos con contenidos poco usuales. Por lo tanto, no está de más revisar aquello que tenemos pensado compartir con el mundo.

En esta imagen podemos clasificarnos a partir de la actividad y el comportamiento que solemos tener en las redes.