El trabajo en equipo está ganando posiciones. Ahora es muy difícil entender una organización en la que cada uno realice sus tareas sin ayuda ni apoyo del resto de compañeros. Estos equipos suelen estar formados por menos de 10 empleados con habilidades complementarias, lo que les permite alcanzar un objetivo común. Pero, ¿cómo alcanzar dicho objetivo? Aquí es cuando cobra importancia la acción de delegar.
Delegar, lejos de lo que muchos piensan, no es asignar las tareas más engorrosas o las que menos les gustan a los superiores. Delegar consiste en el reparto de tareas, resolución de problemas y asignación de autoridad y autonomía a los empleados para que realicen funciones, con el objetivo de determinar el rumbo de la empresa.
¿Cuáles son las ventajas de delegar?
- Aumenta la motivación de los empleados. Cuando se les cede poder y autonomía para tomar decisiones y resolver conflictos, los trabajadores se sienten útiles e importantes en la empresa, aumentando su autoestima.
- Estrechamente relacionado con la autoestima y la motivación se encuentra el compromiso. Este aumenta cuanto más sentimiento de pertenencia a la empresa tengan los empleados.
- Se explotan las competencias y habilidades de los trabajadores, pudiendo aprovechar al máximo su potencial, conocimientos y actitudes.
- Aumenta el tiempo libre. El reparto de tareas evita estrés, agobios y saturación de faena. Además permite dedicar más tiempo a las tareas, pudiendo obtener mejores resultados.
- Delegando se consiguen trabajadores y procesos más eficientes, puesto que los empleados no tendrán que estar constantemente pidiendo ayuda o confirmación sobre si sus tareas están bien hechas o no.
Y en resumen… ¿qué conseguiremos? Pues si contamos con trabajadores motivados, con sentimiento de pertenencia a la organización, implicados y comprometidos con sus tareas, con las habilidades y actitudes necesarias para conseguir alcanzar los objetivos y trabajadores productivos y eficientes, podremos obtener mayor rentabilidad, clientes más satisfechos y más competitividad.
Sabiendo esto, ¿aún no te planteas delegar tareas?