Un nuevo concepto estrechamente relacionado con la motivación y la proactividad de los empleados ha llegado y se llama ‘manage up’.
Esta tendencia consiste en distribuir las tareas o adquirir nuevas responsabilidades para alcanzar las metas de forma más eficiente , pero todo de forma voluntaria, con iniciativa del equipo o los empleados, nunca impuesto por parte del jefe. Es decir, un empleado del equipo ofrece ayudar a otros compañeros con sus responsabilidades para que el jefe vea alcanzados los objetivos más rápidamente.
El ‘manage up’ se basa en que los empleados tienen muy claras cuáles son las prioridades del jefe y cómo trabaja, pudiendo así adaptarse a su estilo de trabajo y saber poner solución a los problemas que vayan surgiendo. El objetivo es mantener el puesto de trabajo en la empresa e incluso escalar en el organigrama de la misma.
Este concepto puede ser malinterpretado por muchos, puesto que es sinónimo de cómo conseguir ser el preferido del jefe. A pesar de ello, hay que explotar el lado positivo de esta tendencia.
Con el manage up, se consigue mayor implicación de los empleados con la organización, puesto que buscan la consecución de los objetivos de la manera más eficaz y rápida posible. Además, la forma de alcanzarlos es mediante el trabajo en equipo, lo cual fomenta la creación de buenas relaciones entre los miembros de la organización.
¿Queréis saber como ejercer el ‘manage up’?
Las principales recomendaciones para ejercer el ‘manage up’ de forma efectiva son:
- ¡No abuses del uso de esta tendencia! El uso excesivo del ‘manage up’ puede llegar a crear un clima de competitividad y falta de compañerismo en la empresa, pues todos querrán ser el favorito del jefe y conseguir un contrato de por vida.
- ¡Deja la timidez a un lado! Si tu objetivo es mantenerte en la empresa y moverte en los altos niveles debes dejarte ver, opinar y aportar, pero siempre en su justa medida. No intentes ser el punto de atención en todo momento.
- ¡Evita procrastinar! No esperes al último momento. Da igual que sea para bien o para mal, los jefes no son amantes de las sorpresas, así que indícale cualquier cambio que se produzca.
Y recordad, la naturalidad siempre suele ser la ganadora. No intentéis forzar la situación, trabajad y mostraos como sois, es la mejor manera de alcanzar el éxito.