¿Llegará la "flexicurity" a España?

Las posibles reformas que tienen en mente algunos partidos políticos de nuestro país han vuelto a poner en el punto de mira de todos la flexibilidad laboral de Dinamarca.

La conocida como «flexicurity«, ¿qué es?

Se trata de una medida que une flexibilidad y seguridad, proclamando los beneficios en la facilidad de contratar y despedir. Lo que se traduce en subsidios y formación a cambio de despidos fáciles. Una cultura del empleo que en España no tiene una buena aceptación pero que no les funciona tan mal a nuestros vecinos europeos, ya que el resultado de ello es una desocupación a largo plazo del 2%.

Supone, por lo tanto, una gran movilidad laboral, ya que el 25% de la sociedad en activo cambian de empleo o de posición dentro de su empresa una vez al año. El resultado es que cambian de trabajo de media 7-8 veces a lo largo de su vida laboral.

Se trata de un «compromiso histórico» entre empresas, sindicato y Estado. Y se fundamenta sobre tres pilares fundamentales:

  • Flexibilidad: posibilidad de despedir a los trabajadores. Posibilidad de invertir e innovar sin límites.
  • Seguridad: el subsidio por desempleo que recibe un trabajador despedido puede llegar a alcanzar el 90% de su último salario.
  • Recalificación de trabajadores en nuevas empresas o en la misma.

Además, esta estrategia debe mejorar la conciliación entre la vida profesional y la vida familiar (a tener en cuenta sus permisos de paternidad y maternidad), además de la constante adaptabilidad de los trabajadores a la constante evolución del mercado laboral. Se debe tener en cuenta que esto último está premiado, ya que si un empleado busca progresar y mejorar para lograr un empleo diferente al actual o que requiere unas capacidades superiores, el subsidio que recibe le permite vivir durante un tiempo.

Lo realmente complicado sería realizar una innovación de estas dimensiones en un país con baja flexibilidad como es España, además de la baja cualificación requerida por algunos sectores, pero el hecho de plantearlo ya puede suponer un cambio más que necesario.

 

 

Las posibles reformas que tienen en mente algunos partidos políticos de nuestro país han vuelto a poner en el punto de mira de todos la flexibilidad laboral de Dinamarca.

La conocida como «flexicurity«, ¿qué es?

Se trata de una medida que une flexibilidad y seguridad, proclamando los beneficios en la facilidad de contratar y despedir. Lo que se traduce en subsidios y formación a cambio de despidos fáciles. Una cultura del empleo que en España no tiene una buena aceptación pero que no les funciona tan mal a nuestros vecinos europeos, ya que el resultado de ello es una desocupación a largo plazo del 2%.

Supone, por lo tanto, una gran movilidad laboral, ya que el 25% de la sociedad en activo cambian de empleo o de posición dentro de su empresa una vez al año. El resultado es que cambian de trabajo de media 7-8 veces a lo largo de su vida laboral.

Se trata de un «compromiso histórico» entre empresas, sindicato y Estado. Y se fundamenta sobre tres pilares fundamentales:

  • Flexibilidad: posibilidad de despedir a los trabajadores. Posibilidad de invertir e innovar sin límites.
  • Seguridad: el subsidio por desempleo que recibe un trabajador despedido puede llegar a alcanzar el 90% de su último salario.
  • Recalificación de trabajadores en nuevas empresas o en la misma.

Además, esta estrategia debe mejorar la conciliación entre la vida profesional y la vida familiar (a tener en cuenta sus permisos de paternidad y maternidad), además de la constante adaptabilidad de los trabajadores a la constante evolución del mercado laboral. Se debe tener en cuenta que esto último está premiado, ya que si un empleado busca progresar y mejorar para lograr un empleo diferente al actual o que requiere unas capacidades superiores, el subsidio que recibe le permite vivir durante un tiempo.

Lo realmente complicado sería realizar una innovación de estas dimensiones en un país con baja flexibilidad como es España, además de la baja cualificación requerida por algunos sectores, pero el hecho de plantearlo ya puede suponer un cambio más que necesario.