Estamos en una época en la que los empleados van y vienen. La fidelización ha disminuido dada la movilidad laboral, por lo que cada vez se desarrollan más estrategias para la captación y retención del talento. El objetivo fundamental es generar un engagement lo suficientemente fuerte para que nuestros trabajadores no nos quieran abandonar.
Es por ello que es necesario cada cierto tiempo revisar los planes de captación y retención para comprobar si son eficaces. Una parte importante de este proceso es la evaluación de la situación actual.
¿Mis empleados actuales están realmente comprometidos con la empresa?
Veamos a continuación una serie de rasgos que caracterizan a aquellos con los que se ha generado un fuerte engagement.
Características del empleado comprometido con la empresa
- Participan activamente. Escuchan y participan en casi todas las actividades propuestas. Además dan su opinión y quieren contribuir a su mejora.
- Ambiente laboral sano. Cuanto más sano es el clima donde se trabaja, el compromiso del empleado aumenta ya que se siente más cómodo y motivado.
- Es flexible. Es capaz de adaptarse con rapidez y de buena gana a las nuevas situaciones que se le plantean y las toma como un reto profesional.
- Colaborador. Buscan no sólo su propio bien sino el de la compañía. Quiere mediante su trabajo ayudarla a crecer tomándolo como un proyecto común.
- Mentalidad positiva. Tienen una buena actitud y tratan los asuntos de manera constructiva y de aprendizaje.
- Escaparate hacia el exterior. Habla de la empresa fuera de ella de forma positiva.
La imagen corporativa generada por el engagement
Los empleados son uno de nuestros stakeholders más valiosos. Son los que verdaderamente conocen como funciona la empresa y proyecta su visión al exterior, contribuyendo a formar una reputación determinada.
Conseguir que estos se impliquen y comprometan con la empresa hará que se refuerce de forma positiva nuestra imagen de cara al exterior.
Elabora una propuesta de valor potente y ¡haz que se enamoren de la empresa!