Tipos de flexibilidad horaria

Debido a los recursos de cada empresa y a las necesidades de cada trabajador, existen diferentes modalidades de flexibilidad horaria.

La flexibilidad horaria es una modalidad que nos gusta mucho en Superrhhéroes. Es la diferencia entre tener un horario rígido a tener un horario moldeable. Los beneficios de la flexibilidad horaria son muchos, ya que permite a los empleados establecer parte de su horario laboral en función de sus necesidades. Pero, ¿cuáles son los tipos de flexibilidad horaria?

3 tipos de flexibilidad horaria

Cuando hablamos de flexibilidad horaria muchas personas cometen el error de pensar que, o es trabajar menos, o es entrar más tarde. La flexibilidad horaria no implica trabajar menos horas, sino distribuirlas mejor. Debido a los recursos de cada empresa y a las necesidades de cada trabajador, existen diferentes modalidades de flexibilidad horaria: 

  • Horario fijo-variable. La empresa proporciona al empleado un abanico de horarios con diferentes horas de entrada y salida. El horario elegido se fijará como la jornada habitual. Esta modalidad permite a los padres acompañar o recoger a sus hijos del colegio, por lo que se implanta como una medida de conciliación familiar.
  • Horario flotante. Este horario se caracteriza por tener la libertad de escoger la entrada y la salida. A diferencia del primero, el horario no se establece como una jornada fija y cada día puede ser diferente. Se pueden acumular las horas de más o recuperar las horas de menos. Muchas empresas establecen unas horas mínimas en las que la plantilla debe estar en su puesto de trabajo.
  • Horario libre. Como su nombre indica, implica no tener horarios. Permite al empleado trabajar como más le convenga. El propio trabajador gestiona su horario laboral siempre y cuando mantenga y cumpla los objetivos establecidos.

Para todas estas modalidades es imprescindible llevar un control de las horas trabajadas. Si no es así, se producirá un desajuste entre las horas del empleado y las de la empresa. Por esta razón, es importante utilizar herramientas de gestión de horarios laborales. Permiten contabilizar, desde cualquier lugar y momento, las horas trabajadas.

Si se ha escogido un horario flotante o un horario libre, estas herramientas permiten planificar la jornada diaria, semanal o incluso mensual según las necesidades. Debido al conteo de horas, se puede visualizar el porcentaje de tiempo completado.

Ahora que conoces los diferentes tipos de flexibilidad horaria, ¿cuál es el que más te conviene?

La flexibilidad horaria es una modalidad que nos gusta mucho en Superrhhéroes. Es la diferencia entre tener un horario rígido a tener un horario moldeable. Los beneficios de la flexibilidad horaria son muchos, ya que permite a los empleados establecer parte de su horario laboral en función de sus necesidades. Pero, ¿cuáles son los tipos de flexibilidad horaria?

3 tipos de flexibilidad horaria

Cuando hablamos de flexibilidad horaria muchas personas cometen el error de pensar que, o es trabajar menos, o es entrar más tarde. La flexibilidad horaria no implica trabajar menos horas, sino distribuirlas mejor. Debido a los recursos de cada empresa y a las necesidades de cada trabajador, existen diferentes modalidades de flexibilidad horaria: 

  • Horario fijo-variable. La empresa proporciona al empleado un abanico de horarios con diferentes horas de entrada y salida. El horario elegido se fijará como la jornada habitual. Esta modalidad permite a los padres acompañar o recoger a sus hijos del colegio, por lo que se implanta como una medida de conciliación familiar.
  • Horario flotante. Este horario se caracteriza por tener la libertad de escoger la entrada y la salida. A diferencia del primero, el horario no se establece como una jornada fija y cada día puede ser diferente. Se pueden acumular las horas de más o recuperar las horas de menos. Muchas empresas establecen unas horas mínimas en las que la plantilla debe estar en su puesto de trabajo.
  • Horario libre. Como su nombre indica, implica no tener horarios. Permite al empleado trabajar como más le convenga. El propio trabajador gestiona su horario laboral siempre y cuando mantenga y cumpla los objetivos establecidos.

Para todas estas modalidades es imprescindible llevar un control de las horas trabajadas. Si no es así, se producirá un desajuste entre las horas del empleado y las de la empresa. Por esta razón, es importante utilizar herramientas de gestión de horarios laborales. Permiten contabilizar, desde cualquier lugar y momento, las horas trabajadas.

Si se ha escogido un horario flotante o un horario libre, estas herramientas permiten planificar la jornada diaria, semanal o incluso mensual según las necesidades. Debido al conteo de horas, se puede visualizar el porcentaje de tiempo completado.

Ahora que conoces los diferentes tipos de flexibilidad horaria, ¿cuál es el que más te conviene?