El método Pomodoro es una de las técnicas de productividad más alabadas y criticadas al mismo tiempo. Desde que fue inventada, y hasta ahora, ha creado controversia entre los individuos que la usaban y ha sido puesta en entredicho por su modo de funcionar y sus resultados.
¿Qué es la técnica Pomodoro y para qué se utiliza?
Este método fue inventado por Francesco Cirillo en la década de los 80. Hablamos de una técnica de aumento de la productividad, que se basa en la utilización de un reloj mecánico, un lápiz y un folio.
Está claro que hoy en día poca gente realizaría este trabajo únicamente con los tres instrumentos mencionados anteriormente porque con las nuevas tecnologías, la inmediatez de Internet y los software de gestión horaria, tenemos todo el trabajo hecho.
El reloj que ha de utilizarse, en teoría, no ha de ser digital porque el hecho de activar el temporizador (de girar el dial del reloj) de forma manual, manda una orden al cerebro del inicio de un intervalo de tiempo en el que se necesitará plena concentración. Y, además, el sonido de las agujas del reloj que escuches durante ese tiempo, te mantendrá, supuestamente, sin distracciones.
La hoja de papel y el lápiz, por su parte, sirven únicamente para apuntar las tareas que tienes que realizar a lo largo del día e ir tachándolas, mientras dejas constancia en el folio de «los pomodoros» que has utilizado para cada tarea que hayas finalizado.
¿Qué son los pomodoros?
Se denomina Pomodoro a este método porque el creador de la técnica utilizó un reloj de cocina que tenía forma de tomate. Los pomodoros son cada intervalo de 25 minutos en el que se esté realizando alguna tarea o labor.
¿Cómo funciona la técnica Pomodoro?
El procedimiento es el siguiente: programamos el temporizador y, transcurridos 25 minutos, realizamos una pausa de 5 minutos para descansar y despejar la mente. Es importante que en el descanso no pensemos en la tarea que estábamos realizando sino que nos liberemos completamente de dicha labor y nos enfoquemos en otra cosa. Con ello, vemos la idea de que las pausas frecuentes tienden a aumentar la productividad y a desarrollar la agilidad mental en esos intervalos de 25 minutos en los que estamos concentrados al máximo.
Cuando hayan pasado cuatro pomodoros, o más, el descanso podría aumentar y pasaría a ser de unos 15 minutos. Aunque la técnica tenga un horario fijo, hay que destacar que no es apta para todo el mundo, puesto que cada uno se organiza de forma distinta.
Es por ello que hay muchas personas partidarias del método y otras que están en contra. Veamos cuáles son los puntos de vista de estos dos grupos diferenciados.
Beneficios del método Pomodoro.
El incremento de la productividad es el objetivo de esta técnica y lo que se pretende conseguir con el establecimiento de un horario fijo, de determinados períodos de tiempo de trabajo y descanso es, precisamente, evitar las distracciones y poner el mayor empeño posible en el trabajo que realicemos. Hasta aquí, todo bien.
Inconvenientes del método Pomodoro.
¿Por qué hay tanta gente reacia a utilizar este método? La respuesta es: no todos somos iguales. No todos necesitamos el mismo tiempo para concentrarnos ni tenemos la misma agilidad mental para realizar una tarea. Muchos estudios, además, dicen que una persona, de media, necesita mínimo 20 minutos para concentrarse. Esto ya nos haría perder un pomodoro.
Por otro lado, la técnica no tiene en cuenta ni la duración ni el esfuerzo que requiere cada tarea. Si tenemos que realizar trabajos mentales muy exigentes, no vamos a tardar lo mismo en concentrarnos que si realizamos una tarea del hogar, que pueda ser más mecánica. Además, para los primeros, necesitaremos unas pausas mayores para descansar mentalmente.
Como he dicho, a mucha gente le encanta este método de trabajo y de verdad les funciona. Pero muchos otros se agobian o se frustran porque necesitan flexibilidad para organizarse y realizar sus tareas conforme a las prioridades y, al fin y al cabo, ganas que tengan ese día.
Y vosotros, ¿estáis a favor o en contra del método Pomodoro?