Los Wearables llegan al trabajo

Los Wearables, esos dispositivos de pequeño tamaño que dotan de la última tecnología cualquier actividad o cualquier función que deseemos controlar. Los más conocidos son los relojes inteligentes (smartwatches) que prácticamente sustituyen a los smartphones en todas sus funciones, con la ventaja de llevarlos incorporados en la muñeca, además cumplen una función estética que para muchos resulta imprescindible. También en el deporte, las zapatillas que incorporan GPS para poder saber los kilómetros que hemos hecho, el tiempo que hemos tardado en realizar la carrera… y por supuesto, en la salud, las pulseras que miden la exposición a la radiación solar o el nivel de glucosa.

Pero ahora van mucho más allá, y los Wearables se incorporan a los Recursos Humanos, a modo de «control» tanto de la productividad, como del rendimiento y por supuesto, la seguridad de los empleados. Varios estudios han demostrado que, efectivamente, la presencia de estos dispositivos impulsa la productividad del personal, ya que la finalidad es que la empresa analice los datos extraídos de los dispositivos (análisis Big Data) para mejorar así el rendimiento y la eficacia de las rutinas de los trabajadores, realizando un seguimiento de sus actividades diarias.

Los conocidos como dispositivos «vestibles» o «ponibles» también miden el tono de voz, con quien habla el empleado y los movimientos que realiza, para así evaluar si todas esas actividades repercuten en algún aspecto (positivo o negativo) en la eficiencia del mismo.

De este modo, se crea una «competencia sana» entre empleados, ya que a más control, mayor productividad y también mayor satisfacción por parte de los empleados.

Además, de debe tener en cuenta que no siempre cumplen una función de control, sino que en muchas ocasiones, los Wearables son un dispositivo de seguridad imprescindible para los trabajadores, en casos de peligrosidad en el trabajo o de control de la salud y el bienestar de los mismos. Sirven para mejorar aspectos de la memoria, y también para relajar en cuerpo en momentos de mucho estrés. En las minas de Australia se utilizan unas gorras (Smart Cap) que detecta variables del cerebro de los mineros, para evitar que se duerman y esto influya en su propia seguridad.

Pero existe un punto de inflexión en el cual se reflexiona acerca del excesivo control, ya que algunos empleados quieren decidir que parte de sus vidas es accesible para la empresa y que parte no.

 

Los Wearables, esos dispositivos de pequeño tamaño que dotan de la última tecnología cualquier actividad o cualquier función que deseemos controlar. Los más conocidos son los relojes inteligentes (smartwatches) que prácticamente sustituyen a los smartphones en todas sus funciones, con la ventaja de llevarlos incorporados en la muñeca, además cumplen una función estética que para muchos resulta imprescindible. También en el deporte, las zapatillas que incorporan GPS para poder saber los kilómetros que hemos hecho, el tiempo que hemos tardado en realizar la carrera… y por supuesto, en la salud, las pulseras que miden la exposición a la radiación solar o el nivel de glucosa.

Pero ahora van mucho más allá, y los Wearables se incorporan a los Recursos Humanos, a modo de «control» tanto de la productividad, como del rendimiento y por supuesto, la seguridad de los empleados. Varios estudios han demostrado que, efectivamente, la presencia de estos dispositivos impulsa la productividad del personal, ya que la finalidad es que la empresa analice los datos extraídos de los dispositivos (análisis Big Data) para mejorar así el rendimiento y la eficacia de las rutinas de los trabajadores, realizando un seguimiento de sus actividades diarias.

Los conocidos como dispositivos «vestibles» o «ponibles» también miden el tono de voz, con quien habla el empleado y los movimientos que realiza, para así evaluar si todas esas actividades repercuten en algún aspecto (positivo o negativo) en la eficiencia del mismo.

De este modo, se crea una «competencia sana» entre empleados, ya que a más control, mayor productividad y también mayor satisfacción por parte de los empleados.

Además, de debe tener en cuenta que no siempre cumplen una función de control, sino que en muchas ocasiones, los Wearables son un dispositivo de seguridad imprescindible para los trabajadores, en casos de peligrosidad en el trabajo o de control de la salud y el bienestar de los mismos. Sirven para mejorar aspectos de la memoria, y también para relajar en cuerpo en momentos de mucho estrés. En las minas de Australia se utilizan unas gorras (Smart Cap) que detecta variables del cerebro de los mineros, para evitar que se duerman y esto influya en su propia seguridad.

Pero existe un punto de inflexión en el cual se reflexiona acerca del excesivo control, ya que algunos empleados quieren decidir que parte de sus vidas es accesible para la empresa y que parte no.