Que el mercado laboral no pasa por el mejor momento, lo sabemos todos. Pero… ¿es necesario explotar la figura del becario? Hoy os contamos quién es el falso becario y cómo está actuando la Inspección de Trabajo para acabar con esta figura.
¿Quién es el falso becario?
Sobre todo en la época estival, es habitual observar cómo las empresas se llenan de jóvenes en prácticas. Tras esos contratos de prácticas hay una legislación laxa y muy flexible.
Las prácticas que más problemas generan son las universitarias, puesto que las empresas no están obligadas a remunerar a los estudiantes. Además, hay prácticas curriculares, necesarias para obtener la titulación, y extracurriculares, a las que muchas empresas se acogen para tener talento low cost.
El falso becario es el estudiante en prácticas que acaba desempeñando la funciones de un trabajador.
Los datos revelan que en España, se cuentan con 70.000 becarios que realizan tareas propias de los empleados contratados, ¿hasta cuándo lo vamos a permitir?
La Inspección de Trabajo persigue al falso becario
Ante este panorama, la Inspección de Trabajo ha decidido perseguir de cerca a los becarios, ya que estos deben recibir una formación y no realizar tareas como un empleado más.
Aunque los becarios son conscientes de las irregularidades, e incluso, abusos, no levantan la voz porque es una forma de entrar al mercado laboral. Así pues, las universidades deberían ser las primeras que revisaran los contratos y las funciones realizadas.
La Inspección de Trabajo, de acuerdo al Plan Director por un Trabajo Digno, ha indicado que va a perseguir la figura del falso becario en las empresas, para convertir esos trabajos en empleos de calidad. Además, ha apuntado la posibilidad de crear un nuevo Estatuto del Becario y eliminar las prácticas extracurriculares.
Los jóvenes merecen entrar al mercado laboral en condiciones dignas, pues pueden aportar lo mismo o más que cualquier otro empleado.