Cómo superar la depresión post-vacacional

Sus síntomas son nerviosismo, apatía, desánimo, irritabilidad, insomnio, pocas ganas de relacionarse con gente… La depresión post-vacacional tiene, en general, síntomas muy similares a la depresión, el problema es cuando se alarga más de 15 días, entonces existe el peligro de que pase a serlo.

El cambio que supone pasar de una temporada de ocio y disfrute a volver a las largas jornadas de trabajo. De dormir y trasnochar a tener que madrugar a diario.

La solución a ello es tomar ciertas medidas para que el cambio no suponga efectos excesivamente negativos.

  • Tomarse la vuelta al trabajo como un nuevo inicio de curso. Proponerse nuevas actividades, nuevos hábitos de vida, como hacer deporte, dejar de fumar, aprender idiomas…
  • Emprender el primer día con filosofía. Empezar a trabajar poco a poco, sin agobios, poniéndose al día en todas las tareas y hablando con los compañeros, comentándoles lo que has hecho durante las vacaciones y preguntándoles acerca de las suyas.
  • Intentar crear en el trabajo un buen ambiente. Esto hará que se haga más llevadero acudir a trabajar todos los días. Intentar que las tareas que se realizan sean lo más motivadoras posibles, te hagan sentir bien y te hagan crecer personal y profesionalmente.
  • Integrar la rutina del trabajo como un método de aprendizaje continuo, interesándose por otras áreas de la empresa.
  • Mentalizarse de la suerte de tener un trabajo al que acudir a diario, que proporciona el bienestar personal de crecer como persona y sentirse útil a diario y además estabilidad económica, sin la cual probablemente no se podrían haber realizado las vacaciones de las que acabas de disfrutar. Pensar que en la actualidad a muchas personas les gustaría tener un empleo y se encuentran paradas.
  • Motivarse organizando nuevas escapadas o vacaciones, o quedando al salir del trabajo con compañeros o amigos. Hay que pensar que siempre hay fines de semana o festivos para poder evadirse del trabajo, y que el día tiene muchas horas y no todas las ocupa el trabajo.
  • Organizar los recuerdos del viaje, revelar las fotografías, organizarse la casa tras las vacaciones… son momentos mediante los cuales puedes sentirte afortunado por lo que acabas de vivir.

 

Sus síntomas son nerviosismo, apatía, desánimo, irritabilidad, insomnio, pocas ganas de relacionarse con gente… La depresión post-vacacional tiene, en general, síntomas muy similares a la depresión, el problema es cuando se alarga más de 15 días, entonces existe el peligro de que pase a serlo.

El cambio que supone pasar de una temporada de ocio y disfrute a volver a las largas jornadas de trabajo. De dormir y trasnochar a tener que madrugar a diario.

La solución a ello es tomar ciertas medidas para que el cambio no suponga efectos excesivamente negativos.

  • Tomarse la vuelta al trabajo como un nuevo inicio de curso. Proponerse nuevas actividades, nuevos hábitos de vida, como hacer deporte, dejar de fumar, aprender idiomas…
  • Emprender el primer día con filosofía. Empezar a trabajar poco a poco, sin agobios, poniéndose al día en todas las tareas y hablando con los compañeros, comentándoles lo que has hecho durante las vacaciones y preguntándoles acerca de las suyas.
  • Intentar crear en el trabajo un buen ambiente. Esto hará que se haga más llevadero acudir a trabajar todos los días. Intentar que las tareas que se realizan sean lo más motivadoras posibles, te hagan sentir bien y te hagan crecer personal y profesionalmente.
  • Integrar la rutina del trabajo como un método de aprendizaje continuo, interesándose por otras áreas de la empresa.
  • Mentalizarse de la suerte de tener un trabajo al que acudir a diario, que proporciona el bienestar personal de crecer como persona y sentirse útil a diario y además estabilidad económica, sin la cual probablemente no se podrían haber realizado las vacaciones de las que acabas de disfrutar. Pensar que en la actualidad a muchas personas les gustaría tener un empleo y se encuentran paradas.
  • Motivarse organizando nuevas escapadas o vacaciones, o quedando al salir del trabajo con compañeros o amigos. Hay que pensar que siempre hay fines de semana o festivos para poder evadirse del trabajo, y que el día tiene muchas horas y no todas las ocupa el trabajo.
  • Organizar los recuerdos del viaje, revelar las fotografías, organizarse la casa tras las vacaciones… son momentos mediante los cuales puedes sentirte afortunado por lo que acabas de vivir.