¿Qué es la adicción al trabajo?

La adicción al trabajo es la implicación excesiva de una persona en su actividad laboral, sin un control establecido, y a costa del abandono del resto de ocupaciones, familiares, de ocio, vida social e incluso horas de sueño. Este exceso de implicación no tiene una razón de necesidad laboral, sino que por el contrario se trata de una necesidad psicológica de la persona, en su intento de lograr el éxito, pero de forma compulsiva e insana.

El síndrome del adicto al trabajo o Workaholic, generalmente lo sufren personas perfeccionistas, que sufren estrés y en algunos casos trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo.

Aunque se observa en ambos géneros, afecta en su mayor parte a hombres de mediana edad, de mandos intermedios.

Es habitual que lleven trabajo a casa para terminarlo por la noche o los fines de semana, y pueden llegar a experimentar una especie de síndrome de abstinencia durante las vacaciones, de forma que se convierten en personas irritables o insatisfechas cuando están fuera del trabajo.

¿Cómo detectar un adicto al trabajo?

Generalmente el workaholic suele negar el problema, que a su vez es difícil de detectar por las personas de su alrededor debido a la gran aceptación que tiene el trabajo intenso en nuestra sociedad, dificultando la identificación de los síntomas como un problema real.

Por tanto,  ¿cómo saber si un trabajador ha sobrepasado el límite de lo razonable? Se trata de un proceso largo, que surge gradualmente, pudiendo aflorar durante un periodo de tiempo de entre cinco y veinte años.

Existen algunos indicadores que nos pueden ayudar a identificar a un workaholic:

  1. Se lleva trabajo a casa. Y no precisamente en ocasiones puntuales, sino que poco a poco se va convirtiendo en algo habitual, convirtiendo el hogar en una extensión de su puesto de trabajo, incluso los fines de semana.
  2. Falta de interés por cualquier actividad que no forme parte de su profesión, sustituyendo las ocupaciones que anteriormente le generaban satisfacción por trabajo y más trabajo.
  3. No se permiten el “lujo” de tener tiempo libre, y cuando lo tienen, se sienten culpables por no estar trabajando.
  4. Uno de los síntomas más llamativos es el hecho de que evitan irse de vacaciones, y en el caso de hacerlo, dedican el tiempo de las mismas a trabajar.
  5. Debido a que su mundo es el trabajo, viven preocupados constantemente por temas laborales.
  6. Aceptan todo el trabajo adicional que se les proponga, provocando así la “necesidad” de quedarse horas y horas en el trabajo una vez finalizada la jornada laboral.
  7. Tienen dificultades para descansar, pues se sienten culpables por no estar trabajando.
  8. Aislamiento social. Debido a la gran cantidad de tiempo que dedican al trabajo, comienzan a perder sus relaciones sociales y por consiguiente el contacto con toda persona cercana.

¿Cómo solucionar un problema de adicción al trabajo?

Aunque es cierto que existen diferentes graduaciones del problema, y por supuesto, cada caso concreto es distinto, el primer paso para solucionar un problema de adicción al trabajo es reconocerlo. Esta cuestión es importante pues si el afectado no acepta que tiene un problema, no verá la necesidad de solucionarlo.

Una vez la persona lo ha reconocido, deberá contemplar la opción de comenzar una terapia psicológica en la que se le obligue a cumplir unas pautas de comportamiento, reduciendo paulatinamente las horas dedicadas al trabajo y priorizando tareas, así como instándole a dedicar tiempo a sus actividades de ocio, familia y relaciones sociales.

¿Eres workaholic? No dudes en buscar ayuda, serás mucho más feliz.

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