Si ayer os contábamos en qué consiste el Principio de Peter y las formas de combatirlo, hoy vamos a hacer hincapié en analizar las características de los empleados incompetentes, consecuencia de ascensos indebidos y para los que no estaban preparados, según el ya explicado Principio de Peter.

8 características del empleado incompetente

  1. Son indisciplinados

Llegar 10 minutos tarde como norma general y alargar el tiempo de la comida son algunas de las prácticas habituales de los empleados incompetentes, que dan cuenta de su falta de disciplina en el ámbito laboral, y por ello se consideran personas muy poco productivas.

  1. Hábiles para escaquearse

Los trabajadores incompetentes presentan cientos de excusas, en las que por cierto son muy creativos, para librarse de su trabajo.

  1. Ignoran las instrucciones

Asienten en las explicaciones pero a la hora de realizar su trabajo se guían por su propio instinto y desarrollan las labores a su antojo. Esto repercute negativamente sobre productividad laboral de los empleados, que dedican su tiempo a hacer tareas  inservibles para la organización.

  1. Nula proactividad

No tienen iniciativa propia, solo actúan por instrucción y no aportan nada nuevo a la empresa. Son personas que nunca salen de su zona de confort, asumiendo solo tareas mecánicas y conocidas por ellos.

  1. Dependencia del móvil y otras vías de comunicación

El trabajador dedica su jornada laboral a comunicarse constantemente, responder correos y llamadas pero sin llegar a ser productivo en tus labores.

  1. Papirofobia

En este caso la mesa del trabajador está siempre limpia y da la impresión de que realiza sus trabajos con rapidez.

  1. Desorganizado

El empleado incompetente tiende a acumular grandes cantidades de documentos, papeles, archivos en su mesa, que nunca utiliza dando la imagen de tener un exceso de trabajo.

  1. Obsesión con el orden

Por el contrario, hay empleados icompetentes que tienen completa obsesión con la clasificación de documentos, de hecho, dedica su tu tiempo laboral a ordenar papeles e intentar mantener el orden.

Estos son algunos de los síntomas del trabajador incompetente, afectados por el Principio de Peter. Si bien, ser competente o no, depende de uno mismo, de su talento y su perseverancia en el aprendizaje. El problema es que muchos trabajadores se niegan a renunciar a un ascenso aun sin verse preparados para ello por el incentivo económico que este les proporciona. Entonces, es cuando se reduce su rendimiento y dejan de ser productivos para la empresa, es decir, se convierten en empleados incompetentes.