La fuga de talento tiene su origen en la  mala gestión de los recursos humanos realizada desde la dirección de las organizaciones. La falta de entendimiento provoca el abandono de miles de puestos de trabajo al año.

Los motivos de la fuga de talento, en ocasiones, son ignorados por los propios gerentes, quienes utilizan metodologías de liderazgo imperativas, más propias de tiempos pasados, con el propósito de imitar los éxitos de sus antecesores.

Sin embargo, es preciso comprender que el mundo ha evolucionado desde entonces, y los viejos modelos son ahora archivos históricos para las nuevas generaciones, que apuntan hacia formas de gestión circulares, basadas en la comunicación interna y en el fomento del bienestar laboral.

Ignorar la adaptación a los nuevos modelos de gestión del capital humano  puede desembocar en un grave problema, que no solo repercute en el futuro de la empresa, sino que a gran escala, supondría una amenaza contra la economía global.

Las viejas formas de liderazgo están caducas y deben dar paso a las nuevas generaciones basadas en la comunicación y en el entendimiento mutuo entre líder y trabajador. Los Millenials, nacidos entre 1981 y 1995, son la generación que abre la puerta al cambio, se encuentra en continua evolución para mejorar, adaptarse a nuevas formas de gestión y dar paso a la generación eminentemente digital, la generación Z.

En la actualidad, la motivación laboral, el hecho de alcanzar un buen clima de trabajo y la conciliación familiar, son los aspectos clave para conseguir que los trabajadores se impliquen en la cultura empresarial y se vuelquen en sus labores. La filosofía de trabajo del siglo XXI tiene su esencia en la felicidad laboral de los empleados. Porque un trabajador feliz, es un trabajador productivo.

Para revertir la presente situación es recomendable subirse al tren de la tecnología y apostar por un sistema de gestión de equipos como Sesame, el cual permite liderar grupos de trabajo mediante una app, accesible para cualquier persona y empresa.

Mediante Sesame la conciliación laboral y flexibilidad laboral están garantizadas, puesto que el trabajador adquiere una responsabilidad que le permite gestionar el tiempo dedicado a tarea y medir su productividad. Además, permite adaptarse a las nuevas exigencias de generaciones digitales, presentes y futuras,  mediante un sistema de comunicación constante, que evita la generación de rumores y favorece el buen clima laboral.

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