Los problemas de salud, como el estrés, la ansiedad, o, incluso, los paros cardíacos, son un hecho en muchas sociedades y países. ¿Qué pasa si nos desvivimos por nuestro trabajo? Hay que tener en cuenta las consecuencias de trabajar más horas de las que nuestra mente o cuerpo pueden aguantar.

¿Qué es el Karoshi?

Tras la Segunda Guerra Mundial, las estadísticas revelan que los ciudadanos de Japón tenían las jornadas laborales más largas del mundo. Unos verdaderos adictos al trabajo.

Por ello, en la cultura japonesa, la frecuencia de fallecimientos a causa del exceso de horas trabajadas es un hecho. Es tal el nivel al que se ha llegado que inventaron un término para referirse concretamente a este tipo de muerte. Llaman «karoshi» a la muerte por exceso de trabajo, puesto que año tras año iban apareciendo más casos de esta en el país.

Se dice que para determinar que una persona fallece por dicha causa, tiene que haber realizado más de 100 horas extra el mes anterior a su muerte. Se supone, que las personas que trabajan unas 55 horas a la semana o más, tienen un tercio más de probabilidades de sufrir un infarto que aquellas que trabajan menos de 40 horas. Es por ello que la gestión horaria es tan importante para las jornadas laborales. No sólo se trata del salario o de cumplir con las obligaciones, sino que se pone en juego la salud.

El estrés y la carga de tantas horas semanales a realizar da lugar a la falta de sueño y, entre otras cosas, a la adquisición de malos hábitos como el alcoholismo.

Las causas del karoshi pueden ser:

  • No descansar lo suficiente o descansar mal: problema sufrido por gran parte de la población y que puede dar lugar a enfermedades y complicaciones en la salud. De hecho, un 20% de accidentes de tráfico son causados por la falta de sueño.
  • Mala alimentación: esta es una consecuencia derivada de la anterior. Estudios dicen que más de un 35% de la población come mal cuando duerme poco. Además, existe una clara evidencia entre las horas de sueño y la obesidad.
  • Problemas de salud mental: el sueño provoca estrés y ansiedad. Y el estrés provoca un mal concilio del sueño. Por lo tanto, es un círculo vicioso del que es complicado salir si no se toman las medidas necesarias. La salud mental está ligada a los problemas psicológicos como la depresión o los trastornos mentales.
  • Menor rendimiento físico y cognitivo: si estás estresado y, además, no duermes bien, es lógico pensar que tu productividad tanto física como intelectual disminuirá.

Tened en cuenta las horas que trabajáis para poder evitar los factores de riesgo para la salud. No os excedáis ni sobrepaséis vuestros límites a la hora de realizar demasiadas tareas. Es importarte saber hasta dónde puede llegar nuestro cuerpo y nuestra mente cuando trabajamos. La gestión del tiempo y una buena organización del horario son necesarias, y más, si está en juego vuestro propio bienestar.

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