El compromiso organizacional se refiere al grado de identificación y pertenencia que un individuo tiene con la empresa. La relación entre empresa y empleado es crucial para que todo funcione correctamente, por lo que una de las tareas más importantes de la empresa es la gestión del compromiso.

Tener un empleado comprometido es tener mucho ganado.

Se pueden distinguir tres tipos de empleados en función de su compromiso con la organización:

  • Lovemarks. Son aquellos empleados muy comprometidos con la empresa debido a la grata experiencia laboral.
  • Los convertibles. No están tan comprometidos con la organización pero podrían llegar a estarlo si su experiencia laboral mejora.
  • Los desenganchados. No están comprometidos con la organización. Comprometerlos con la empresa sólo será posible si se llevan a cabo grandes actuaciones.

Componentes del Compromiso Organizacional.

Autores como Meyer y Allen proponen dividir el compromiso organización en tres componentes:

  • Compromiso afectivo. Hace referencia a los vínculos emocionales que los empleados crean con la organización. Los trabajadores con este tipo de compromiso están orgullosos de pertenecer ala organización.
  • Compromiso de continuación. Se refiere a los lazos establecidos resultantes del apego de carácter material. El empleado está vinculado con la empresa porque ha invertido tiempo, esfuerzo, e incluso, dinero en la organización y dejarla sería perderlo todo.
  • Compromiso normativo. Esta última dimensión del compromiso organizacional tiene que ver con el sentimiento individual de obligación de permanecer en la empresa. Es algo propio del empleado, con origen en los valores inculcados desde la infancia o incluso en las primeras experiencias laborales.

¿Cómo gestionar el compromiso con la organización?

El Barómetro del Compromiso en España 2015, realizado conjuntamente por Meta 4 y Tatum, concluye con 10 prácticas efectivas para gestionar el compromiso con la organización.

  1. Implantación de los valores corporativos. Es conveniente conocer y tener un registro de los comportamientos del día a día.
  2. Alineación de los empleados con la estrategia de negocio. 
  3. Fortalecer el vínculo afectivo de los empleados. 
  4. Fomentar los programas de reconocimiento interno. Un empleado se sentirá más vinculado, y por tanto más comprometido con la organización, si se le reconoce su buen hacer dentro de la misma.
  5. Mejorar la calidad de vida de los empleados. La conciliación y la flexibilidad laboral son muy relevantes a la hora de gestionar el compromiso de los empleados con la organización. ¡Investiguemos las circunstancias individuales de nuestros empleados!
  6. Poner en valor el plan retributivo de la organización. Informar a nivel interno de las ventajas del uso de planes de retribución flexible frente a otros modelos retributivos del sector.
  7. Implicar a los empleados en su propia formación. La formación de los empleados es crucial, por lo que es recomendable preparar formaciones para los empleados en función de las necesidades de estos.
  8. Establecer retos alcanzables. Saber las dificultades que entrañan cada una de las tareas y conocer cuáles son las capacidades de cada empleado para llevarlas a cabo facilitará el diseño de planes de acción más factibles.
  9. Favorecer la sensación de disfrute y concentración. La gamificación puede ser  muy interesante para reconocer los méritos internos y además salir de la rutina pero sin dejar de ser productivos y aportar a la empresa.
  10. Trasladar la sensación de seguridad a los empleados. La transparencia como estrategia de comunicación interna minimizará los recelos y la propagación de rumores.

¡¡Empieza ya a gestionar empleados comprometidos!!

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