Aunque no nos gusten los conflictos en la empresa, muchas veces son inevitables, por eso hoy os contamos cómo manejar los conflictos desde el departamento de recursos humanos.

Lo importante no es saber cómo evitar o suprimir el conflicto, porque esto solo suele tener consecuencias negativas y paralizadoras. Más bien, el propósito debe ser encontrar la forma de crear las condiciones que alienten una confrontación constructiva y vivificante del conflicto. Folberg.

El conflicto se puede definir como un enfrentamiento que surge entre varias personas o grupos de personas y que perjudica a la consecución de los objetivos.

Las fuentes del conflicto pueden ser diversas, desde la falta de comunicación, la diferencia de poder o las diferencias personales, hasta la escasez de recursos.

Tipos de conflictos empresariales

Los conflictos tienen distintas causas y por ello hay distintos tipos de conflictos empresariales.

  • Conflictos basados en intereses. Estos conflictos se dan cuando se percibe competencia o intereses opuestos entre los empleados. Recuerda que trabajar en equipo y por el bien de todos es esencial, demostrar lo que sabes está bien, pero no intentes chafar a tus compañeros.
  • Conflictos estructurales. La estructura de la organización es crucial. Si hay mucha diferencia entre roles o muchos obstáculos que dificulten la cooperación, el conflicto está asegurado. ¡Creemos organizaciones flexibles y fuera los malos rollos!
  • Conflictos de valores.Cuando hay diferencias a la hora de evaluar ideas y tomar decisiones o cuando hay distintas percepciones sobre las mismas cosas,  pueden surgir desencuentros entre los empleados y los equipos.
  • Conflictos de relaciones. Estos conflictos surgen cuando
  • Conflictos de información. Surgen cuando la información es escasa o directamente no existe. Por ello, hay que saber cuál es la información más relevante y hacerla llegar a los empleados. ¡Todos tenemos qué saber qué está ocurriendo!

¿Cómo manejar los conflictos?

Los especialistas en management y dirección de equipos sugieren tres tipos de estrategias principales para manejar los conflictos en la empresa.

  1. Reducir el conflicto. Cuando el conflicto va tomando forma y se prevé que va a afectar a la marcha de la organización es momento de plantearse nuevas metas, cooperación entre las partes e incluso situaciones de «amenaza común».
  2. Resolver el conflicto. Cuando sea imposible eliminar el conflicto se puede, a través de la autoridad, dominar o suprimir el conflicto. Actuar como árbitro para convencer a las partes o integrar deseos y necesidades de ambas partes para encontrar una solución integrada.
  3. Estimular el conflicto. Acudiendo a personas ajenas de la organización o intentando reestructurar la organización y huir de la rutina organizacional.

Pero… ¿Todos los conflictos son negativos en la organización? ¡NO! No todos los conflictos son malos, muchos de ellos son necesarios para mejorar y seguir creciendo.

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