La jornada intensiva es sinónimo de conciliación de la vida laboral con la familiar, poder dedicar mayor tiempo al ocio y a otras actividades fuera del trabajo, no pasar el día dentro de una oficina. De este modo se produce un aumento de la productividad y disminuyen mucho los costes. Estos son los principales beneficios que produce el cambio de una jornada partida a una intensiva.

  • Se reduce considerablemente el estrés. Salir más pronto de trabajar incluye tener tiempo para poder descansar por la tarde y realizar otras actividades que con la jornada partida resultan prácticamente imposibles. Ya existe tiempo para realizar actividades de ocio, pasar tiempo con la familia, encontrarse con los amigos, realizar las tareas del hogar o hacer deporte. El día cunde más, se dispone de tiempo para más cosas y lo convierte en más productivo.
  • Con todo lo que hemos citado anteriormente, podemos asegurar que aumenta la autoestima del empleado, ya que dedica tiempo del día no solo a trabajar, sino que reparte sus horas entre actividades que le proporcionan bienestar, lo que cumple todos sus objetivos marcados.
  • El deporte es parte indispensable, y no nos referimos a correr un maratón, sino el simple hecho de poder moverse, aunque sea dar un largo paseo, ya que libera endorfinas, proporciona placer y nos hace estar de mejor humor. Por no decir que el cansancio tras el deporte ayuda a conciliar el sueño.
  • La jornada intensiva obliga a levantarse más pronto que con la jornada partida, por lo tanto también incluye acostarse más temprano. De este modo se debe cenar de forma más ligera, lo que beneficia a la dieta diaria. Pero también cambia algunos hábitos en el consumo de alimentos, ya que se come más tarde, a la salida del trabajo, por lo que es conveniente realizar las 5 comidas diarias, tomando algo a media mañana para no llegar a casa con más hambre de lo normal.
  • La posibilidad de realizar siesta al llegar a casa hace que el cuerpo se recupere y vuelva a estar al 100% para afrontar las actividades de la tarde. Eliminar el cansancio hace que mejore el humor.
  • El gasto energético de la empresa se reduce de forma considerable. Las horas de trabajo coinciden con las horas de luz natural, por lo que no es necesaria tanta luz artificial. En la jornada partida, la iluminación y los ordenadores permanecen más horas encendidos, además en invierno a la hora de salida del trabajo ya es de noche.

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